Ayer me desperté y le pregunté a mi marido si el asesinato de Charlie Kirk fue una pesadilla.
Hoy me desperté con continuas celebraciones por su muerte, con la comprensión más profunda de que nuestro país tiene un cáncer avanzado y con el temor de que estamos en peligro de perderla a causa de ello.
Que el cáncer avanzado es maligno, está muy extendido y produce metástasis.
La enfermedad no es solo política, como el propio Charlie sabía. Es espiritual. Una cultura sin Dios siempre terminará en confusión, división y violencia.
Pero si nos centramos solo en soluciones políticas, no solo nos decepcionaremos, sino que fracasaremos. La raíz de nuestro declive es espiritual —el odio existe en el corazón humano— y, por lo tanto, el avivamiento debe comenzar allí.
Tan solo dos días antes del fin de la vida de Charlie, el presidente de Estados Unidos anunció una iniciativa que atrajo poca atención. La llamó: «América Ora» . Pidió a los estadounidenses que se reunieran en grupos de diez durante una hora a la semana para orar por el alma de Estados Unidos.
🚨 NOW: CatholicVote President Kelsey Reinhardt joins Newsmax LIVE to honor the memory of Charlie Kirk.
— CatholicVote (@CatholicVote) September 12, 2025
"Charlie's unique gift was combining his deep Christian faith with his unapologetic defense of America's founding values."@catholickelsey pic.twitter.com/dDD0d6O2ok
Charlie Kirk sabía que esto era necesario; por eso, el hombre que más hizo para impulsar a la Generación Z hacia el conservadurismo, un giro de +44, dijo que quería ser recordado sobre todo como valiente por su fe .
Como comenté en Newsmax esta mañana, el don único de Charlie fue integrar su profunda fe cristiana con su defensa sin complejos de los valores fundacionales de Estados Unidos. No compartimentó; vivió lo que muchos sabemos, pero que debemos recordar: que la fe y la política no son enemigas, sino aliadas cuando se trata de servir a la verdad sobre la persona humana.
El ejemplo de Charlie nos desafía: ¿estamos dispuestos a tomar riesgos por lo que creemos o nos contentamos con permanecer cómodos?
Debemos asumir esos riesgos con nuestra fe y con nuestro testimonio de ella en el espacio público.
CV se enorgullece de colaborar con la Casa Blanca en la iniciativa América Ora y los invitamos a unirse a nosotros para orar diariamente por el alma de la nación durante el 250.º aniversario del aniversario de América. Comencemos hoy, negándonos a separar nuestra fe de nuestro llamado a vivirla públicamente.
Tal como lo hizo con tanta valentía Charlie Kirk.