Profesionales de la salud son obligados a recibir capacitaciones progresistas so pena de sanción del Kentucky Board of Nursing.
El cuerpo de enfermeras de Kentucky ha sido obligado a recibir una capacitación sobre la “historia del racismo en el sector salud”. De no acatar las nuevas órdenes, los manuales de “comunicación asertiva” y otras imposiciones, podrían ser sancionadas o sometidas a “medidas disciplinarias”, por atentar contra el buen ambiente laboral, sumando “discurso de odio”.
La Junta de Enfermeras de Kentucky promueve una capacitación que instruye a los trabajadores de la salud a reconocer la historia del racismo en el sistema de salud. Esta capacitación sugiere que decir que el “racismo institucional” no existe es racista, así como afirmar que la gente puede progresar con trabajo duro.
“Para poder llegar a un cambio real, se tienen que poner sobre la mesa una verdadera conversación sobre racismo” reza una diapositiva de la capacitación. Según los estándares de este taller, decir que “hay una raza humana” es discurso de odio; adoctrinan en resentimiento a los estudiantes diciendo que tienen una “currícula eurocéntrica” y que el racismo está tan institucionalizado, que se cae constantemente en ‘white-splaining’ para poder excusar a los “blancos” que cometen errores.
“Básicamente dijeron que todos somos culpables de ser racistas, que teníamos que examinar la manera en que cuidamos a nuestros pacientes y cambiar nuestra actitud porque estamos dando un servicio poco inclusivo y de baja calidad”.
Rebecca Wall, 40. Veterana de enfermería
Wall explica que este tipo de cursos, medidas y políticas, están enfocadas a dar trabajo a personas más jóvenes con cuotas, que estén perfectamente adoctrinadas en su ideología y que no tengan como prioridad un paciente. Esto hace sentir a los profesionales mayores, dispensables, reemplazables.
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Foto: sj-objio/unsplash