Las redes sociales explotaron todo el fin de semana por el delito de sacrilegio en que incurrió la vidente Erica Serrano y las cuatro conductoras del video podcast “Mujeres de la PM”, un grupo de frívolas actrices que invitaban al público a realizar cábalas en año nuevo.
Este es uno de esos pequeños momentos en los que llegas a contar la historia diciendo “tengo una buena noticia y una mala noticia”. Vamos a empezar con la mala y terminamos en la buena, como normalmente pasa cuando llegas a contar una anécdota y empiezas con esa frase… Y voy a tratar de poner a todos en contexto porque, como peruana, puedo dárselos y sé muy bien de cada una de las protagonistas del escándalo.
Todo comenzó con el especial de año nuevo del video podcast “Mujeres de la PM”, conducido por cuatro actrices que son muy amigas y que han decidido hacer como un videoblog de sus conversaciones de amiga, hermana, mujer casada, con hijos y aún así “regia y cool”. Frívolas – se tenía que decir y se dijo. Como son tan “cool”, evidentemente siguen el New Age a pesar de todas son culturalmente cristianas. No tuvieron mejor idea que invitar a su podcast de cierre de año a una vidente y bruja que les daría “los últimos tips y cábalas para el 2024″.
Ahora bien, cabe aclarar que la “vidente” y bruja Erica Serrano se dedica a lo esotérico, a contactos del “más allá” y coincidentemente se mueve en el mundo farandulero progresista del Perú. En el tuit adjunto la podemos ver junto al ultra woke Carlos Carlín y también el progresista Cristian Rivero, quien coincidentemente, es esposo de Gianella Neyra, quien está involucrada en el escándalo por ser una de las conductoras del video podcast.
Luego de publicado el vídeo y pasado el año nuevo, se viralizó un fragmento del larguísimo episodio en el que la bruja llamaba a profanar la hostia consagrada. Supuestamente, para librarse del “hombre tóxico” en el 2024, la mujer tiene que usar una foto de la persona, sumergir la foto en una copa con agua bendita y agregar una hostia consagrada.
Vamos a ver los detalles que muchos parecen ignorar en el vídeo.
Por supuesto que no nos íbamos a quedar callados, ¿no? Apenas se volvió viral este vídeo, el Padre Luis Gaspar hizo un hilo llamando a la cordura y explicando a la feligresía que se necesitaba un desagravio por lo que esta mujer había hecho para invitar a los católicos a profanar las hostias. Asimismo, puso sobre la mesa – como buen especialista en Derecho Canónico que es, que todas estaban automáticamente excomulgadas por sus acciones.
El Padre Carlos Rosell se pronunció inmediatamente para condenar este fomento de sacrilegio y habló de la importancia de la reparación y la adoración al Santísimo. En el Portal Perú Católico también se invitó a crear conciencia sobre la gravedad de esta acción y hasta crearon un enlace de change.org para que la gente muestre su rechazo a la práctica y al frívolo y vil programa que incitaba al pecado mortal.
Como todos tenemos vela en este entierro, era necesario desenmascarar a cada una de las conductoras y aquí entra su humilde servidora a dejar su granito de arena para que los católicos no caigan en los engaños frecuentes de la “tolerancia” y el buenismo cuando surge un problema de esta naturaleza. Tenemos que ser firmes y tajantes, no podemos ser tibios en la defensa de la Eucaristía.
Asimismo, el Padre Miguel Ángel Vasallo compartió la oración del Ángel de Fátima en desagravio a este sacrilegio.
Por supuesto que la excomunión de personas que relativizan la fe y no le dan importancia a lo que han hecho a pesar de conocer su gravedad, siempre da mucha pena, pero que ante la petición general de disculpas públicas, hagan un comunicado burlándose de la feligresía católica, es insultante. Ante la avalancha de críticas, las señoras decidieron publicar este comunicado en su cuenta de Instagram:
SUCEPTIBILIDADES. Primero, ellas decidieron que los fieles católicos y la Iglesia no merecían sus disculpas así que lamentaron herir susceptibilidades. O sea, llamar a profanas hostias es normal y los católicos pedimos que se disculpen porque todos somos de cristal. Pero eso sí, borran el segmento en el que se habla de las hostias porque, siendo el Perú un país sumamente conservador y con amplia mayoría católica, no iban a arriesgarse a perder más público por haber hecho un programa hereje de fin de año.
Como en el ajedrez, primero nos movemos los peones en Defensa de la Eucaristía, pero luego vienen los alfiles, caballeros y los reyes. Monseñor José Antonio Eguren, Arzobispo de Piura, fue el primero en publicar un Comunicado llamado “¡Defendamos la Eucaristía!” con la firmeza y fuerza que caracteriza a la región del norte peruano, exigiendo directamente las disculpas de las conductoras y a la vidente a parar de fomentar el sacrilegio.
Posteriormente, la Conferencia Episcopal Peruana también emitió un pronunciamiento condenando los actos perpetrados en dicho programa, hecho que hizo que todo el caso catapulte por completo a plataformas internacionales.
Finalmente, el Arzobispado de Lima terminó de ratificar lo que se había dicho: este es un caso de excomunión. Pero como también dije al inicio de esta pequeña crónica, no todo es malas noticias a pesar de que sí da mucha pena que haya gente que no solo sabe que está en pecado grave y merece la excomunión, sino que están tan cegados por la soberbia que son incapaces de pedir disculpas.
Este escándalo ha unido significativamente a la Iglesia Católica en el Perú, que últimamente ha sufrido mucha división por temas polémicos como la abierta aceptación de la teología de la liberación o las posturas políticas progresistas de diferentes autoridades. El Arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo Mattasoglio dijo algo muy importante tanto en el comunicado como en la homilía: el Perú ha sido construido sobre la fe católica y debemos siempre respetarla porque es parte de nuestra identidad, historia y cultura. Condenó con la firmeza que corresponde este acto y dejó muy clara la condición actual de las involucradas.
Asimismo, es importante resaltar que el Arzobispo y Primado del Perú realizó un desagravio al terminar la Santa Misa Dominical. En su homilía señaló: “Quisiéramos recordar lo sagrada que es la Eucaristía y los sagrados que son todos los valores humanos y espirituales que nos unen como peruanos, porque se está despertando, en la sociedad, una tendencia a la frivolidad”.
Así que, a pesar del escándalo y el pecado en que incurrieron estas mujeres, es importante destacar que todas las discrepancias en el respeto y el amor que se puedan dar dentro la Santa Iglesia Católica en el Perú, quedan en un segundo plano cuando se trata de defender la Eucaristía. Ahí no hay “bandos” ni posturas políticas, todos estamos del lado de Cristo y su Santa Iglesia; y vamos a defenderla con la vida si es necesario.
Que esto sirva de ejemplo para no caer en los engaños de esta “nueva era” y no hipotecar nuestra salvación haciendo rituales de brujería, chamanería, santería y otras actividades que nos ponen a disposición del maligno.
Oremos en reparo y defendamos sin miedo nuestra fe.