Escuela Secundaria Católica De Detroit Lidera La Creciente Tendencia De Conversión De Estudiantes
Un número cada vez mayor de estudiantes de secundaria están eligiendo convertirse en católicos, y la Catholic Central High School en Detroit está liderando el camino con un programa único de preparación sacramental que está atrayendo la atención nacional.
Desde el inicio de la Orden de Iniciación Cristiana de Adolescentes (OCIT) en 2018, aproximadamente 50 estudiantes de Catholic Central han sido iniciados en la Iglesia Católica, y otros 18 están listos para completar sus sacramentos en la primavera de 2025, informó Detroit Catholic.
El éxito del programa, que ofrece a los estudiantes no católicos una vía para conocer la fe católica y unirse a ella, ha llamado la atención de los líderes educativos, incluida la Asociación Nacional de Educación Católica. Los administradores escolares y los profesores de teología están buscando compartir su éxito en la conferencia anual de primavera de la asociación.
“Creo que existe la impresión de que la Iglesia no se dirige a los jóvenes, de que la fe se está marchitando, pero no es así en absoluto”, dijo el padre Patrick Fulton, CSB, director de Catholic Central. “Podemos acercarnos a los jóvenes en el punto en el que se encuentran en su camino de fe”.
La Arquidiócesis de Detroit aprobó el programa OCIT luego de que un estudiante expresara su deseo de convertirse al catolicismo en 2018. Lo que comenzó como un pequeño esfuerzo para satisfacer las necesidades espirituales de un estudiante se convirtió rápidamente en una iniciativa de toda la escuela. El padre Fulton, quien se convirtió en director en 2019, amplió el programa en 2021 y el interés aumentó.
Los profesores de teología de Catholic Central organizan reuniones quincenales durante el almuerzo en las que los estudiantes aprenden sobre las enseñanzas, los rituales y los sacramentos católicos. Las sesiones están diseñadas para responder las preguntas de los estudiantes y ofrecer orientación sobre la fe católica, lo que permite a los estudiantes interactuar con la Iglesia de manera personal.
Los estudiantes del programa OCIT también se reúnen para sesiones complementarias, donde pueden hacer preguntas, hablar sobre sus caminos espirituales y apoyarse mutuamente. El programa enfatiza la evangelización entre pares y los estudiantes a menudo se alientan entre sí para profundizar su fe y participar en los sacramentos, según Detroit Catholic.
El programa culmina con una Misa de iniciación para toda la escuela, donde los estudiantes reciben los sacramentos de Bautismo, Confirmación y Primera Comunión.
El programa ha demostrado ser una experiencia transformadora para muchos estudiantes, como Nick Leiter, estudiante de último año, quien fue criado como protestante pero sintió una profunda conexión con la fe después de asistir a clases de teología y participar en OCIT.
“Comencé a darme cuenta de que mis dudas no tenían fundamento”, dijo Leiter. “Mis preguntas tenían respuesta a través de la fe. Podía encontrar a Dios a través de la fe y la razón. Podía encontrarlo intelectualmente y a través de la religión”.
Rebecca Joseph, codirectora del programa OCIT y profesora de teología en Catholic Central, explicó que el programa garantiza que los estudiantes no pierdan la oportunidad de abrazar plenamente la fe católica cuando expresan el deseo de ser bautizados o iniciados completamente en la Iglesia.
Según Joseph, “los niños se están convirtiendo en evangelizadores unos de otros; se están convirtiendo en testigos para otros niños y sus familias”.
Levi Fleer, un ex cristiano no confesional con raíces católicas por parte de madre, se sintió atraído por la fe católica después de presenciar el bautismo de sus amigos durante su primer año en Catholic Central. Fue iniciado en la Iglesia en la primavera de 2024.
“Lo que más me impactó fue que, al final de mi primer año, bautizaron a un grupo de chicos y uno de ellos era mi amigo”, dijo Fleer. “Comencé a darme cuenta de que este era yo y esta era mi gente”.
A medida que el programa continúa creciendo, el Padre Fulton y los administradores de la escuela esperan que sirva como modelo para otras escuelas secundarias católicas en todo el país.