A pesar de las crecientes afirmaciones en sentido contrario, el politólogo y estadístico Ryan Burge explica que los hispanos no están “acudiendo en masa” al cristianismo evangélico.
Burge, quien también es pastor bautista, respondió en una publicación de blog el 1 de abril a un artículo de Free Press publicado en marzo, que afirmaba que los latinos están abandonando la Iglesia católica para convertirse en cristianos evangélicos y, por lo tanto, volviéndose más conservadores políticamente.
Extraído del último libro de la autora y periodista Marie Arana, LatinoLand: A Portrait of America’s Largest and Least Understood Minority, el artículo de Free Press predice que “para 2030, la mitad de los latinos estadounidenses se identificarán como protestantes evangélicos que en realidad se inclinan hacia la derecha, un cambio que dar forma a los patrones de votación en las próximas décadas”.
En última instancia, Arana sugiere que la llamada afluencia de hispanos evangélicos representa una “tendencia positiva” para los republicanos, es decir, que los votantes latinos se están volviendo más conservadores a medida que abandonan la Iglesia católica y se alinean con el cristianismo evangélico.
Sin embargo, Burge, un alto experto en estadísticas religiosas en Estados Unidos, explica que los datos empíricos contradicen el fenómeno alegado por el libro de Arana, cuyos datos surgen de 200 entrevistas que la propia Arana realizó.
Citando los últimos datos generales recopilados en 2022 sobre la población general de hispanoamericanos, Burge señaló que aproximadamente el 25% se ha identificado como “evangélico” durante los últimos 16 años, con una fluctuación muy leve.
Más aún, contrariamente a la afirmación central del artículo, que es que los hispanos están “acudiendo” al cristianismo evangélico, los datos de Burge muestran que los hispanos son cada vez más propensos a identificarse como “nada en particular” o “ninguno”, que como protestantes o evangélicos.
Para empezar, en 2008, un 5% más de inmigrantes hispanos identificados como nones que como protestantes. Ese año, la proporción de hispanos no era un 3% mayor que la primera generación, un 1% mayor que la segunda generación y un 12% mayor que la tercera generación.
La tendencia se mantuvo bastante constante en 2022. Entre los inmigrantes, un 3% más se identificó como ninguno que como protestante, mientras que un 15% más de la primera generación, un 8% más de la segunda generación y un 15% más de la tercera generación dijeron lo mismo.
Si bien Burge afirma en su análisis que se ha producido “un modesto aumento en la proporción de protestantes entre los hispanos en todos los niveles de estatus migratorio”, el aumento no ha afectado notablemente el porcentaje general de hispanos evangélicos mencionado anteriormente, ni indica que los hispanos se estén marchando la Iglesia católica se convierta en evangélica.