Un documento del FBI señala que los extremistas violentos de motivación racial o étnica sienten afinidad por la “ideología tradicionalista católica radical” y que, dado que estos extremistas intentarán conectar con los tradicionalistas, infiltrar estos espacios sería útil para mitigar este tipo de violencia. Este documento, sin embargo, se basa en un informe del Southern Poverty Law Center y en artículos de The Atlantic y Salon, todos ellos progresistas.
Michael Brendan Dougherty, del National Review, dio cuenta de que “Kyle Seraphin tiene un documento filtrado del FBI que pretende mostrar el extremismo de los “Católicos Radicales-Tradicionalistas”. El documento esboza oportunidades para que los agentes recluten activos dentro de la propia Iglesia Católica”.
“Lo sorprendente del documento”, señala la publicación, “es lo chapucero de su análisis y sus fuentes. La creencia de que los “católicos radicales-tradicionalistas” son una amenaza potencial parece proceder enteramente de un viejo informe del Southern Poverty Law Center. Esto se refuerza en los apéndices con un artículo sensacionalista de The Atlantic -sobre representaciones populistas e hipermasculinas de rosarios- y algunos más de Salon”.
“La oposición cristiana al aborto y a determinadas prioridades políticas de la comunidad LGBT se consideran en este informe base suficiente para vincular a los “católicos radical-tradicionalistas” con los supremacistas blancos y otros grupos extremistas de motivación racial”, continúa el artículo.
Según Dougherty, “el informe pone de relieve lo que considero un problema persistente en el análisis, que es la confusión de la retórica política apasionada o populista con el extremismo peligroso y las conspiraciones activas. La primera es y siempre ha sido abundante en las democracias que funcionan, y es un signo de su salud. Lo segundo es raro”.
“En cierto modo, el hecho de que una minoría de católicos sea vista de reojo por el gobierno federal es un resultado previsible de la sospecha de la guerra contra el terrorismo combinada con el distanciamiento de la comunidad de inteligencia y la élite política de la religión tal como se practica en Estados Unidos. Quizá el Papa Francisco se alegre de ver que los federales se toman más en serio la subversión de los católicos de la misa latina que el episcopado estadounidense”, continúa el autor.
Puede leer el artículo completo en inglés aquí.
—
Foto: Noah Wulf / Wikipedia