Más de 200 arrestos y 59 niños rescatados en una operación histórica contra el abuso sexual de menores. Un duro golpe a las redes criminales que operan en EE.UU.
En una operación sin precedentes liderada por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y el Departamento de Justicia (DOJ) de Estados Unidos, las autoridades arrestaron a 205 personas sospechosas de crímenes relacionados con la explotación sexual infantil. Bajo el nombre de “Operation Cross Country”, esta iniciativa conjunta representa uno de los mayores golpes coordinados contra redes de tráfico y abuso de menores en la historia reciente.
Durante la operación, que tuvo alcance nacional, se logró rescatar a 59 niños víctimas de explotación y abuso, junto con 59 adultos que también se encontraban en situación de trata. La magnitud de esta intervención demuestra la gravedad y extensión del problema en el país.
El FBI calificó a los detenidos como “depravados” y recalcó que muchos de ellos operaban en redes sofisticadas que aprovechaban plataformas digitales para captar y explotar a menores. “La tecnología ha facilitado el acceso de estos criminales a víctimas vulnerables, pero también nos ha permitido rastrearlos y llevarlos ante la justicia”, explicó uno de los portavoces de la agencia.
Los arrestos incluyen a presuntos tratantes de personas, consumidores de pornografía infantil y abusadores que usaban aplicaciones y redes sociales para contactar a sus víctimas. En varios casos, los detenidos tenían antecedentes previos o ya estaban bajo investigación.
Además de los arrestos, la operación involucró a múltiples agencias locales y estatales, junto con el apoyo de organizaciones no gubernamentales que colaboraron en el cuidado y protección de las víctimas rescatadas.
La gravedad de los casos ha generado un llamado a reforzar las leyes y mecanismos de protección infantil. Líderes políticos y sociales han pedido penas más severas para los culpables y mayor inversión en tecnología forense, formación de agentes especializados y programas de prevención.
Este operativo, que algunos ya califican como “histórico”, no solo resalta la lucha constante contra la trata de personas y la pornografía infantil, sino que también deja en evidencia la urgencia de fortalecer la cultura de protección a los menores en el ámbito digital y físico.