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Los misioneros de la Comunidad de Estudiantes Universitarios Católicos (FOCUS) publicaron pautas para los católicos que luchan con el dolor de ver a amigos o familiares abandonar la Iglesia.
Su primer consejo es comenzar con la oración, según un artículo de FOCUS.
“Ningún argumento, ninguna conversación perfectamente formulada y ninguna publicación en las redes sociales pueden cambiar los corazones como lo hace la gracia de Dios”, afirma el artículo.
FOCUS alienta a los católicos a interceder a través del Rosario, la adoración eucarística, la Coronilla de la Divina Misericordia y los sacrificios ofrecidos en silencio por aquellos que se han ido.
También destacan la importancia de permanecer cerca de los seres queridos en lugar de alejarse.
“Sigue llamando, sigue invitando, sigue siendo un amigo”, dijeron. “Hazles saber que tu amor por ellos no depende de si comparten tus creencias”.
Según FOCUS, la constancia de presentarse a menudo se recuerda en tiempos difíciles.
Escuchar es otro paso esencial. FOCUS señala que la historia de cada persona es única.
“Algunos se van por una experiencia dolorosa con un sacerdote o feligrés. Otros tienen dificultades con las enseñanzas de la Iglesia”, decía el artículo. “Algunos se alejan sin siquiera darse cuenta”.
Los misioneros recomiendan hacer preguntas sobre lo que llevó a la decisión y “escuchar realmente, no para discutir, no para corregir, sino para comprender”.
En lugar de depender de debates, FOCUS resalta el poder del testimonio alegre.
“En lugar de sermonear, vivan una vida que les haga reflexionar sobre lo que se pierden”, dijeron. “Que vean la paz que sienten en el sufrimiento, la alegría que encuentran en la oración, el amor que sienten por la Eucaristía”.
La paciencia es otro tema de sus consejos. Recuerdan a los fieles que Santa Mónica oró durante años antes de que su hijo, San Agustín, regresara a la Iglesia.
Los gestos sencillos de bienvenida también importan, incluso si el ser querido los rechaza. Las invitaciones a misa, a un retiro o a leer un libro juntos pueden dejar huella.
“Puede que digan que no, pero recordarán que te preocupaste lo suficiente como para preguntar”, señalan los misioneros.
FOCUS concluyó recordando que la tarea no es cambiar a los demás sino amarlos.
“Nuestro trabajo no es ‘arreglar’ a las personas, sino amarlas como Jesús las ama”, dijeron los misioneros. “Y confiar en que Dios nunca termina de escribir su historia”.