Mark Taylor, superintendente de un distrito escolar en Virginia, propuso la eliminación de las bibliotecas escolares como una medida de reducción de costos. Esta propuesta, que se produce en medio de una discusión acerca de estas instituciones (Taylor mismo ordenó remover 14 libros sexualmente explícitos de las bibliotecas escolares), no solo evalúa la situación desde una perspectiva exclusivamente económica, sino que, según Taylor, “bibliotecas enteras están disponibles en una aplicación” en los teléfonos móviles de los niños. Cuidado.
Pew Trust informó que “en medio del revuelo nacional sobre si se debe permitir a los estudiantes el acceso a una amplia variedad de libros, el superintendente de un distrito escolar de Virginia propuso esta semana una solución radical: Deshacerse por completo de las bibliotecas escolares”.
“Mark Taylor, que dirige el distrito del condado de Spotsylvania (Virginia), sugirió en una reciente reunión del consejo escolar que la eliminación de las bibliotecas sería una medida de reducción de costes que permitiría ahorrar 4.2 millones de dólares en previsión de recortes presupuestarios de 18 millones”, señala la nota.
La publicación también da cuenta de que “los padres acudieron en masa a la reunión, y muchos condenaron la idea de recortar las bibliotecas, diciendo que son esenciales y que eliminarlas sería un flaco favor para los niños. A ninguno de los padres o miembros de la comunidad se les permitió oficialmente hablar en la reunión pública, pero algunos se quedaron en el fondo de la sala sosteniendo pancartas con lemas como “Merecemos algo mejor” y “¡Financiemos nuestras escuelas!””.
“Taylor”, agrega la nota, “dijo a un reportero de la televisión local que las bibliotecas no son necesariamente vitales, ya que “bibliotecas enteras están disponibles en una aplicación” en los teléfonos móviles de los niños”.
“Un día después de la reunión, Taylor dictaminó que 14 libros que habían sido impugnados por un padre como inapropiados y con contenido “sexualmente explícito” deben ser retirados de las bibliotecas escolares y declarados propiedad “excedente”. Entre los 14 libros figuran “Beloved” y “The Bluest Eye”, de Toni Morrison, así como “Agua para elefantes”, de Sara Gruen, una novela histórica ambientada en un circo de la Gran Depresión, y “Diecinueve minutos”, de Jody Picoult, que trata de un tiroteo en un colegio. Taylor sugirió que los libros se donaran a otras bibliotecas”, agrega Pew Trust.
Puede leer el artículo completo en inglés aquí.
—
Foto: brian wangenheim / unsplash