La ganadora de Mrs. American de este año, Hannah Neeleman, es una madre de 7 niños, los educa en casa y vive en una granja con su familia en Utah. No es la primera vez que su belleza resalta en certámenes: ha sido Miss New York y también Mrs. Utah en el 2021… Todo mientras estaba embarazada. Aquí su hermosa historia.
Hace un tiempo se popularizó una bella familia en Utah, que tenía una granja y un pequeño negocio. El contenido, relacionado a productos naturales, recetas y una bella madre que involucra a sus hijos pequeños en las actividades diarias de la granja, tenía el cariño de la gente en las redes sociales, pero ignoraban de quién se trataba realmente. Hoy, la protagonista vuelve a hacerse viral por su contundente respuesta provida en el Mrs. American de este año:
Ballerina Farm no es solo el nombre de una granja de Utah, sino hace referencia a la recientemente coronada Mrs. American. Hannah Neeleman, es una bailarina de ballet profesional que estudió en Juilliard School y ha sido reina de belleza hasta en dos oportunidades. En su página web detallan a grandes rasgos su historia antes y después de la granja. Hablan sobre cómo se enamoraron de la idea de vivir en una, mientras vivían en Brasil.
«Daniel y yo crecimos como niños de la ciudad. Nos fascinó la vida agrícola mientras vivíamos en el extranjero en Brasil por el trabajo de Daniel», se lee en su página web. «Mientras que la mayoría de sus compañeros de trabajo en Brasil iban a la playa los fines de semana, nos encontramos aventurándonos tierra adentro, maravillándonos de comunidad agrícola productiva del país», agregó.
Así que, luego de cuatro años en Brasil, regresaron a Estados Unidos, compraron unas tierras en Utah y nació Ballerina Farm, dice en su sitio web. A parte de narrar su historia de vida a través de las redes sociales, promocionan los productos que son parte de los ingresos de la familia: como el ganado, los cultivos y pastelería.
Aparte de eso, ella produce sus propios alimentos y llena su Instagram de recetas y momentos junto a sus hijos. Los niños son educados en los quehaceres de la granja, el día a día, aprenden de botánica, de química y de la vida cotidiana desde la experiencia. Es posible que no sean genios de las matemáticas, pero sí saben cómo hacer un pan desde cero (y apuesto que muchos de nosotros, no sabemos).
Dios bendiga a esa numerosa familia y a este mensaje, que debería llegar a cada rincón del mundo.
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Foto: church-of-the-king/unsplash