La Asociación Americana de Obstetras y Ginecólogos Provida y el Instituto Charlotte Lozier criticaron los estudios médicos presentados por diversas organizaciones médicas en defensa de la píldora abortiva. Ello porque, según señalan, estos estudios chapuceros se basan en datos que ni siquiera existen porque los mismos promotores del aborto luchan para que no se informe sobre el asunto. Los datos reales muestran que 1 de cada 20 mujeres necesita una intervención quirúrgica luego de un aborto químico.
El Washington Examiner informó que “el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, junto con la Asociación Médica Americana, la Academia Americana de Pediatras y varias otras organizaciones, presentaron un escrito amicus curiae ante el Tribunal de Apelación del 5º Circuito de EE.UU. argumentando a favor de la seguridad de la píldora abortiva”.
“La mifepristona es segura y eficaz”, afirman los grupos, según la nota. “Cientos de estudios médicos y gran cantidad de datos acumulados a lo largo de dos décadas lo han confirmado. La FDA basó su aprobación inicial en pruebas sólidas que demostraban que la mifepristona era extremadamente segura”.
Sin embargo, la publicación da cuenta de que “no todos los ginecólogos-obstetras están de acuerdo. La Asociación Americana de Obstetras y Ginecólogos Pro-Vida y el Instituto Charlotte Lozier señalan lo que consideran estudios médicos chapuceros y un aumento de las visitas a urgencias, entre otras preocupaciones”.
“Las afirmaciones que apoyan la seguridad de la mifepristona se basan en pruebas muy débiles, como estudios que no reflejan en modo alguno el uso real del medicamento, mientras que la realidad de los daños del medicamento está bien documentada”, declaró al Washington Examiner la doctora Christina Francis, directora ejecutiva de AAPLOG y ginecóloga y obstetra en ejercicio. “La cantidad y calidad de las pruebas contra la seguridad de la mifepristona hablan más alto que las afirmaciones hechas por los líderes de las organizaciones médicas cuyos compromisos ideológicos con el aborto no reflejan ni la ciencia ni las opiniones de los médicos que dicen representar”, cita la publicación.
“La vicepresidenta y Directora de Asuntos Médicos de CLI, la doctora. Igrid Skop, ginecóloga-obstetra desde hace más de 25 años, tenía un mensaje similar, diciendo al Washington Examiner que ACOG es una organización “proaborto, no sólo proelección””, señala la nota.
“La industria del aborto en Estados Unidos tiene un gran interés en que no se detecten complicaciones”, afirmó Skop, citada por el Examiner, “y explicó que muchos de los datos utilizados en los estudios que concluyen la seguridad de la mifepristona son incompletos y no tienen en cuenta una parte significativa de pacientes “perdidas durante el seguimiento”, cuyas experiencias con el fármaco son imposibles de rastrear”.
“Aunque el informe amicus pro píldora abortiva afirma que “los efectos secundarios graves son extremadamente raros en comparación con muchos medicamentos de uso común, y se producen en menos del 1 % de las pacientes”, Skop sostiene que los estudios que lo demuestran son muy cuestionables”, continúa la publicación.
“A menudo”, resalta la nota, “los datos ni siquiera existen porque los defensores del aborto “luchan con uñas y dientes cada vez que se sugiere que deberíamos obligar a informar sobre cualquier cosa relacionada con el aborto”. Por eso los datos son muy, muy pobres”, afirma el médico”.
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Foto: cdc / unsplash