Indi Gregory es una bebé de 8 meses a la que el tribunal británico ha sentenciado a muerte por “no haber esperanza de recuperación”. Sus padres no quieren la eutanasia para su pequeña y en medio de la desesperación de perderla, aparece una luz de esperanza en Italia.
“Dicen que no hay mucha esperanza para la pequeña Indi, pero hasta el final haré todo lo que pueda para defender su vida y el derecho de su mamá y papá de protegerla y hacer por ella todo lo humanamente posible” dijo la Primer Ministro de Italia a través de su cuenta oficial de X (antes Twitter), publicando una captura de la noticia del medio Il Messaggero que tiene como titular: “Indi Gregory, ciudadanía italiana concedida urgentemente por el MDL: puede ser admitida en el Bambino Gesù [hospital para niños] de Roma”.
Dicono che non ci siano molte speranze per la piccola Indi, ma fino alla fine farò quello che posso per difendere la sua vita. E per difendere il diritto della sua mamma e del suo papà a fare tutto quello che possono per lei. pic.twitter.com/3qKghAi1Uh
— Giorgia Meloni (@GiorgiaMeloni) November 6, 2023
El Consejo de Ministros fue convocado de urgencia a las 14.15 horas para conceder la ciudadanía italiana a Indi Gregory, que está gravemente enferma por una enfermedad mitocondrial incurable. El Tribunal Superior de Londres ha negado en los últimos días la posibilidad de trasladarse a Italia para seguir manteniéndola viva gracias al apoyo de las máquinas. Ahora con la ciudadanía, la pequeña podrá ser admitida en el Bambino Gesù de Roma; de lo contrario, el cierre se interrumpirá a las 15.00 horas, hora italiana.
La concesión de la ciudadanía italiana a la pequeño Indi Gregory se realiza «en virtud del art. 9, apartado 2, de la ley de 5 de febrero de 1992, n. 91”, según consta en la convocatoria del Consejo de Ministros. Una decisión, hasta donde sabemos, motivada en consideración del interés excepcional de la comunidad nacional en garantizar un mayor desarrollo terapéutico para el menor.
Es una carrera contra el tiempo para mantener con vida a la bebé, hospitalizado en el Queen Medical Center de Nottingham. Este punto de inflexión se produce al final de una negociación llevada a cabo por el gobierno durante varias semanas, en total confidencialidad. El hospital pediátrico Bambino Gesù ofrece desde hace tiempo la posibilidad de asistirla, como ya había hecho en el pasado con otros dos niños ingleses, pero la justicia británica denegó la posibilidad de traslado.
«Hoy comienza un nuevo camino para Indi, gracias de corazón al Gobierno y a Italia por la ciudadanía a Indi». Así, en Adnkronos Salute, la familia de Indi Gregory comentó, a través de la abogada Simone Pillon, sobre la ciudadanía italiana concedida hoy por el Gobierno en un rápido CDM.
Indi sufre una rara enfermedad del ADN mitocondrial y está hospitalizada en el Queen’s Medical Center en Nottingham, Reino Unido. Los padres luchan contra las autoridades sanitarias para llevarla a Italia, al hospital Bambino Gesù de Roma, que ha dado el visto bueno. Esta tarde vence el plazo fijado por las autoridades inglesas para apagar las máquinas que la mantienen con vida. De hecho, la familia Gregory perdió su apelación ante el Tribunal de Apelación inglés para permitir que fuera traída a Italia.
Ahora la ciudadanía italiana podría cambiar las cartas sobre la mesa -esa es la esperanza- y dar a la familia la oportunidad de trasladar a Indi al centro de cuidados paliativos y rehabilitación del hospital pediátrico Capitolino.
La enfermedad mitocondrial que padece la pequeña impide que las células del cuerpo produzcan energía y los médicos del Queen Medical Centre de Nottingham, según BBC, creen que esta enfermedad es incurable.
Para los especialistas, Indi está muriendo. Dicen que tratamientos a los que es sometida Indi, “son inútiles y causan dolor”. Para el juez del Tribunal Superior, que se pronunció a favor de la suspensión de tratamientos vitales, las pruebas son “unánimes y claras”. Como si un juez pudiese determinar quién merece vivir y quién no.
Estamos en oración constante junto a los padres de la pequeña. Para Dios no hay imposibles.