El gobierno de Nicaragua ha llamado al Vaticano “depravado” y “pedófilo”, después de que el obispo exiliado Rolando Álvarez hablara en una entrevista el 7 de febrero con EWTN News.
“De los millones de voces y almas, brutalmente silenciadas por la inquisición, se levantan todos los pueblos sacrificados y desangrados por este depravado y pedófilo Estado Vaticano, denunciado como tal en todo el mundo”, escribió la Cancillería del presidente Daniel Ortega, según The Tico Times.
En la entrevista, Monseñor Álvarez aclaró que, por deseo del Papa Francisco, sigue siendo la cabeza visible de Matagalpa y administrador apostólico de Estelí, aunque esperaba renunciar tras su exilio en Roma.
“El Estado Vaticano pretende tomar decisiones sobre cargos y poderes que otorga, en Nicaragua, a personas que dejaron de ser nicaragüenses, por conductas indebidas e intolerables al promover delitos de instigación política”, escribió el régimen de Ortega.
El Ministerio de Asuntos Exteriores también comparó al Vaticano con una dictadura fascista.
“La conducta ilícita e inapropiada de falsificadores, fariseos y profetas del vacío, que rechazamos, en nada se diferencia de conductas y prácticas que se derivan de ideologías fascistas y pro imperialistas, y jamás podrá ser admitida, aceptada y mucho menos aplaudida en Nicaragua”, afirmó el régimen.
Ortega ha perseguido severamente a la Iglesia desde su elección como presidente en 2018, exiliando a cientos de sacerdotes católicos. El Tico Times afirma que Ortega culpa a la Iglesia de apoyar las protestas de 2018 en su contra, en las que murieron 300 personas, según las Naciones Unidas, algo que el líder nicaragüense ve como un intento de golpe de Estado estadounidense.
En enero, Ortega tomó posesión del Seminario San Luis de Gonzaga en Matagalpa, como informó anteriormente CatholicVote .