Human Life International, una organización pro-vida con sede en Estados Unidos, ha intensificado sus esfuerzos para defender a países como Honduras ante la presión internacional de legalizar el aborto.
Luis Martínez, Director de Organizaciones Intergubernamentales y Misiones Diplomáticas de Human Life International, ha llevado esta causa ante las Naciones Unidas, donde países como Honduras, que protege constitucionalmente a los niños por nacer, están siendo empujados por organizaciones como Human Rights Watch para cambiar sus leyes de larga data.
Martínez destacó que de las seis presentaciones ante el comité de la ONU que discutieron la situación en Honduras, cinco provenían de organizaciones que buscan que el país legalice el aborto. Sin embargo, subrayó que Honduras mantiene una postura firme en defensa de la vida, habiendo votado consistentemente contra resoluciones que promueven el aborto en la ONU. El gobierno hondureño ha priorizado un enfoque de salud materna e infantil que respeta tanto la vida de las madres como de los niños por nacer.
No obstante, la presión externa sigue aumentando. Human Rights Watch, junto a otras organizaciones de Canadá, Suiza, España, Venezuela y Perú, está promoviendo cambios en la legislación hondureña a pesar de que el aborto está prohibido en el país desde 1982. Luis Martínez ha hecho hincapié en que estas organizaciones, en lugar de respetar las leyes y tradiciones locales, intentan imponer su agenda, algo que él considera un ataque a la soberanía nacional de Honduras.
Este tipo de presiones no solo ocurren en Honduras. Martínez mencionó que Polonia, otro país con leyes estrictas contra el aborto, también ha sido blanco de organizaciones internacionales que buscan eliminar las restricciones. Sin embargo, en foros internacionales, como la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos, Human Life International ha logrado neutralizar intentos de incluir el aborto en las resoluciones, fortaleciendo así la defensa de la vida y la familia.
Human Life International, con presencia en más de 100 países, sigue trabajando incansablemente para influir en el discurso global sobre los derechos de los niños por nacer. Martínez ha sido claro en que aún queda mucho por hacer en la ONU y otras organizaciones internacionales para proteger a los más vulnerables y defender los valores pro-vida en todo el mundo.