En un confuso comunicado, el hospital Bonner General Health, de Idaho, anunció el cierre lamentando la partida de médicos “respetados y talentosos” y refiriéndose a las leyes que criminalizan a los médicos. Y decimos confuso porque el mismo hospital mencionó que cada año nacen menos bebés en el hospital, lo cual parecería indicar que en el área obstétrica del hospital los partos no eran la principal función de sus respetados y talentosos médicos. Nos preguntamos cuál sería.
Fox News informó que “un hospital de Idaho ha decidido suprimir su servicio de partos, alegando que el “clima político” hace demasiado difícil mantenerlo”.
“Se van médicos muy respetados y con talento. Reclutar reemplazos será extraordinariamente difícil. La Legislatura de Idaho continúa introduciendo y aprobando proyectos de ley que criminalizan a los médicos por la atención médica reconocida a nivel nacional como el estándar de atención. Las consecuencias para los médicos de Idaho que proporcionan el estándar de atención pueden incluir litigios civiles y enjuiciamiento penal, lo que lleva a la cárcel o multas”, dijo Bonner General Health, ubicado en Sandpoint, Idaho, en una publicación en las redes sociales el viernes y citada por Fox News.
La nota da cuenta de que “la declaración se produce después de que Idaho promulgara el año pasado algunas de las restricciones al aborto más estrictas del país, incluida una disposición que permite demandar hasta cinco años a un médico que practique un aborto”.
“Esa realidad”, señala la nota, “dejó al Bonner General sin más opción que cerrar su departamento de partos, argumentó el hospital, y el presidente de la junta directiva, Ford Elsaesser, dijo que intentaron todo lo que pudieron para evitar el desenlace”.
“Hemos hecho todo lo posible para evitar la eliminación de estos servicios”, dijo Elsaesser en el post citado en la publicación. “Esperábamos ser la excepción, pero nuestros retos son imposibles de superar ahora”, continúa la cita.
Según señala el medio, “Bonner General también dijo que la decisión se tomó después de que el hospital luchara por mantener la cobertura de pediatras, lo que habría hecho “inseguro y poco ético ofrecer servicios rutinarios de Parto y Nacimiento””.
La publicación añade que “el hospital también señaló los cambios demográficos del área local, señalando que cada año nacen menos bebés en el hospital”.
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