El hospital Walter Reed dijo estar revisando el contrato celebrado con Mack Global LLC, una empresa que ofrece “servicios de consultoría de teletrabajo, dotación de personal administrativo y religioso, servicios de transporte y carreteras, y desarrollo profesional y formación”, y que ha reemplazado a unos frailes franciscanos que brindaban atención pastoral en el hospital. Como dijo el arzobispo Broglio, el hospital buscó algo barato y que no puede proporcionar el servicio necesario. Sobran las palabras.
The Catholic World Report informó que “uno de los principales hospitales militares de EE.UU. dice que está revisando un contrato de atención pastoral católica que adjudicó el mes pasado a una empresa de Virginia especializada en suministrar a clientes gubernamentales maquinaria industrial, equipo táctico y material de limpieza, además de capellanes y otro personal religioso”.
El medio señala que “los frailes franciscanos del Holy Name College de la cercana Silver Spring (Maryland) habían prestado servicios pastorales en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed de Bethesda durante casi dos décadas. Su contrato expiró el 31 de marzo, dijo Walter Reed en un comunicado el martes”.
Walter Reed “puede y seguirá apoyando a todas las confesiones en sus necesidades religiosas, espirituales y emocionales, incluidas las de la fe católica”, dice su declaración, citada en la nota. “Tenemos un sacerdote católico ordenado en plantilla y el contrato adjudicado es para proporcionar cobertura en caso de que nuestro personal no pueda”, continúa.
La publicación también da cuenta de que “el convento del Colegio del Santo Nombre siguió prestando servicios después de que expirara el contrato, lo que provocó una carta de cese y desistimiento del hospital el 4 de abril que no hizo sino aumentar las preocupaciones católicas. El Arzobispo para los Servicios Militares, Timothy P. Broglio, expresó sus objeciones el 7 de abril, alegando la necesidad de prestar servicios en Semana Santa y el Domingo de Resurrección. Broglio, que también es presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, calificó de “incomprensible” la decisión del hospital”.
“El nuevo contratista es la empresa Mack Global LLC, con sede en Mechanicsville, Virginia, dijo Walter Reed en su declaración del 11 de abril”, añade el artículo, y señala que “el sitio web de Mack Global dice que la empresa presta servicios a las fuerzas armadas de EE.UU., agencias gubernamentales y empresas privadas en servicios de consultoría de teletrabajo, dotación de personal administrativo y religioso, servicios de transporte y carreteras, y desarrollo profesional y formación. Su cartera de productos incluye suministros de conserjería, equipos tácticos y de entrenamiento, materias primas y maquinaria industrial. En concreto, nombra las puertas estancas y el equipamiento para gimnasios”.
“La sección de servicios de personal religioso del sitio web de Mack Global dice que la empresa ayuda a proporcionar personal para “apoyo de capilla, coordinadores de educación religiosa, apoyo de capilla no personal, capellanes de hospicio y otro personal religioso”, señala el Report. “Los “puestos religiosos típicos” que cubre son los de músicos católicos y protestantes, directores musicales, coordinadores de jóvenes y coordinadores de educación religiosa””, continúa.
Sus empleados están ordenados y cuentan con las certificaciones y la formación pastoral clínica necesarias para el éxito, dice el sitio web citado en la nota. “Son “ministros ordenados y líderes experimentados como pastores, sacerdotes, músicos, profesores, formadores y voluntarios que superan favorablemente la solicitud de verificación de antecedentes”. La directora ejecutiva de la empresa, Robin Mack, señala el sitio web, “proviene de un fuerte trasfondo cristiano y sirvió como capellán en su universidad””, añade.
Puede leer el artículo completo en inglés aquí.