Si eres fan del Pater Góngora y sus épicos zascas en X (antes Twitter) contra quien venga a tratar de dañar a la Santa Iglesia Católica, sería bueno que lo encomiendes en tus oraciones y le demuestres tu apoyo. Hoy es un crimen decir la verdad.
Una “boda gay” se celebró en una ermita a espaldas de la Archidiósesis de Madrid y el buen Padre Juan Manuel Góngora, parte del grupo de sacerdotes del canal La Sacristía de la Vendée, denunció el hecho en sus redes sociales. Acá empieza una novela intensa, abróchense el cinturón, porque trascendió a pronunciaciones de hasta figuras políticas en España. La moraleja, como todo buen postre, es la mejor parte.
Vamos con el tuit del pater:
Como verán, el Padre no dice nada nuevo (o al menos no debería ser nuevo para cualquier católico practicante promedio), pero la semilla de confusión germinó en la feligresía y ya muestra sus primeros frutos. Un “teólogo” woke increpó al Padre diciendo que “estaba humillando al prójimo”, a lo que el Padre Rafael Pacaníns contestó brillantemente:
El Padre Javier Olivera Ravasi, del canal QNTLC (Que No Te La Cuenten) también se pronunció en defensa del Padre, diciendo una verdad incómoda: Un católico no puede asistir a una “boda” homosexual. No se puede ser cómplice del pecado:
La Diputada Nacional Ester Muñoz del Partido Popular no perdió la ocasión para hacerse la muy practicante y criticar al Padre emanando una fétida superioridad moral digna del que usa el catolicismo como mera etiqueta. Por supuesto, lo dice una persona que tiene en su partido a apasionados defensores de lo LGBTIQ+, que usan dinero de los contribuyentes para sus propagandas políticas y que por supuesto, apoyan el aborto a toda regla porque lo consideran “derechos de las mujeres”. Pero claro, reza por él porque su publicación “hace daño”. Increíble.
Góngora le respondió a esta política recordándole ser cómplice de la cultura de la muerte, no solo por el asunto del aborto, sino por la Eutanasia Express que está promoviendo desde su posición de poder en el ámbito de la sanidad. Para hacer corta una larga historia, hará que los médicos que sí están dispuestos a romper descaradamente su juramento hipocrático, hagan eutanasias a domicilio, porque hay demasiada objeción de conciencia por parte de los médicos que juraron salvar vidas, no terminarlas.
InfoVaticana señala en un artículo:
Dos hombres vestidos de chaqué se daban el ‘sí quiero’ dentro de una ermita de estilo gótico, del siglo XV y que está dedicada a la Santísima Trinidad. (…) La música de Hakuna estuvo presente durante la ceremonia a la que asistió el conocido padre Damián, vestido de etiqueta y no de cura, como un invitado más.
El Padre Juan Manuel Góngora se vio en la obligación de aclarar, así no haya dicho nada malo, para los diferentes católicos que por lo visto, quedaron confundidos a pesar de su paciencia para responder los mensajes. Es imposible no ver la relación entre Fiducia Supplicans y todo lo que han expuesto los usuarios de redes sociales.
La Archidiósesis de Madrid se pronunció ante el revuelo y la viralización del vídeo, expresando que no se les había comunicado nada al respecto y anotando el uso correcto de las ermitas. Señalaron que habrá consecuencias.
Las ermitas familiares solo pueden ser usadas para el fin que la Iglesia les concede. No pueden ser lugar de celebraciones públicas religiosas, salvo autorización expresa del obispado, tampoco pueden ser objeto de finalidades comerciales ni lugares de celebraciones civiles de ningún tipo.
Finalmente, como quien cierra todo esto en una moraleja que aprovecha en hacer docencia para todos aquellos católicos “light” que creen que Jesús era básicamente un hippie tolerante que no habría exhortado el pecado y les hubiera permitido hacer lo que se les venga en gana solo porque supuestamente “no le hacen daño a nadie queriéndose”, el P. Patxi Bronchalo de Red de Redes hizo un excelente hilo explicando por qué sí es correcto señalar el pecado, porque Jesús no era un libertino que aceptaba todo. Dense el tiempo de leer el hilo completo, nos lo agradecen luego.