Tres años y 42 mil millones de dólares después de la iniciativa de Internet de alta velocidad de la administración Biden, el plan no ha logrado brindar banda ancha a un solo estadounidense.
“En 2021, la Administración Biden recibió 42.450 millones de dólares del Congreso para implementar Internet de alta velocidad para millones de estadounidenses”, escribió el viernes el comisionado de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Brendan Carr, en X (antes Twitter).
“Años después, no ha conectado ni a una sola persona con esos fondos”, continuó el abogado y funcionario gubernamental. “De hecho, ahora dice que ningún proyecto de construcción comenzará hasta 2025 como muy pronto”.
Carr señaló que además de este programa de 42 mil millones de dólares financiado por los contribuyentes, “el gobierno de Biden ha estado superponiendo una agenda política partidista”.
Señaló que la “lista de deseos liberales” de la administración incluye cosas como “mandatos de cambio climático, sesgos tecnológicos, requisitos [de diversidad, equidad e inclusión (DEI)], favorecer las redes administradas por el gobierno y más”, cosas que han “Nada que ver con conectar a los estadounidenses”.
Un usuario de X preguntó a Carr en qué gastó la administración Biden los 42.000 millones de dólares.
“En su mayor parte, los 42.450 millones de dólares están ahí”, respondió Carr. “No se ha removido ni siquiera una pala de tierra”.
“Y los recortes de políticas de la administración Biden dejan en claro que nos dirigimos hacia un error de banda ancha”, indicó Carr:
Regulación de tarifas, pulgar en la balanza para redes administradas por el gobierno, sesgo tecnológico, preferencias sindicales y muchos más problemas = muchos de los constructores de banda ancha que normalmente ofertarían para hacer este trabajo no están expresando interés en aceptar estos dólares.
“Se pone peor”, añadió el comisionado en una publicación de seguimiento de X el lunes:
Si bien el plan de 42.450 millones de dólares de la administración Biden a partir de 2021 no ha dado como resultado que se remueva ni una sola pala de tierra, en 2022 el gobierno revocó una adjudicación a Starlink que habría entregado Internet de alta velocidad a 642.000 ubicaciones rurales.
La mayoría de la FCC –bajo el liderazgo de una presidenta designada por Biden– tomó esa decisión en agosto de 2022.
La medida revirtió una adjudicación de infraestructura de 885 millones de dólares, significativamente menos costosa que el programa de la administración Biden de 42 mil millones de dólares.
En ese momento, Carr discrepó, argumentando que la FCC tomó la medida “sin justificación legal” y advirtiendo que “dejará a los estadounidenses rurales esperando en el lado equivocado de la brecha digital”.
Starlink es una red de Internet satelital conocida y de gran éxito, propiedad de SpaceX de Elon Musk y operada por ella.
La decisión de la FCC de revocar la concesión de 885 millones de dólares a Starlink se produjo durante la finalmente exitosa campaña de meses de Musk para comprar X (antes Twitter) y convertirlo en una plataforma que aceptara más el discurso no izquierdista.
Desde entonces, Musk se ha convertido en un destacado crítico de Biden en los mundos de la tecnología y los negocios.
El expresidente Donald Trump nombró a Carr, un republicano, para la FCC en 2017. Carr se desempeñó anteriormente como asesor general de la FCC y asesor legal de un excomisionado.