El gobierno ha anunciado que está “totalmente en desacuerdo” con el fallo del miércoles de un tribunal federal de apelaciones que puso fin a las píldoras abortivas de pedido por correo e impuso otras restricciones a un medicamento que provoca abortos.
“Estamos totalmente en desacuerdo con el fallo de hoy de la Corte de Apelaciones del Quinto Distrito en Alliance for Hippocratic Medicine v. FDA”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en un comunicado.
“Debido a la suspensión de la Corte Suprema, la mifepristona sigue estando ampliamente disponible por ahora. Pero si se mantiene el fallo del Quinto Circuito, se reducirá significativamente la capacidad de las mujeres en todos los estados para obtener la atención médica que necesitan y se socavará el proceso científico basado en evidencia de la FDA para aprobar medicamentos seguros y efectivos en los que confían los pacientes”.
Karine Jean-Pierre
También afirmó que la demanda representaba “una amenaza sin precedentes para la autoridad de la FDA para revisar, aprobar y establecer requisitos basados en evidencia para una amplia gama de medicamentos seguros y efectivos”. La administración de Biden “seguirá respaldando la aprobación independiente de la mifepristona por parte de la FDA como segura y eficaz”, concluyó. “Ante estos ataques sin precedentes a la salud de las mujeres, seguiremos luchando por la libertad de las mujeres para tomar decisiones sobre sus propios cuerpos”.
El Director de Asuntos Gubernamentales de CatholicVote, Tom McClusky, respondió a las fuertes palabras de la Casa Blanca. “Esta droga mortal está en el centro de la agenda del aborto”, dijo McClusky, refiriéndose a la mifepristona. “Es por eso que los demócratas coaccionaron a la FDA a lo largo de los años, incluso cuando Joe Biden era vicepresidente, para encubrir los problemas de salud de las mujeres causados por la inyección en sus cuerpos”.
“La Casa Blanca teme que si la ley prevalece y la droga dañina se retira del mercado, daría lugar a que nazcan más bebés”, agregó McClusky.
Recordemos que el aborto no es un problema de salud, como quiere hacer creer este gobierno. El embarazo no es una enfermedad, sino un proceso natural en la vida de la mujer, a consecuencia de una relación sexual. Al no ser una enfermedad, no necesita “cura”. La portavoz de Biden habla de “medicamentos seguros y efectivos” cuando no están “curando” nada, sino asesinando niños en el vientre con, muchas veces, consecuencias nefastas para las madres.
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Foto: david-everett-strickler/unsplash