En una decisión histórica anunciada el 9 de abril, la Corte Suprema de Arizona confirmó una ley provida de 160 años de antigüedad.
La decisión del tribunal prohibirá efectivamente la mayoría de los abortos en el estado.
El Arizona Republic informó que la “ley anterior a la estadidad exige de dos a cinco años de prisión para cualquiera que ayude a realizar un aborto, excepto si el procedimiento es necesario para salvar la vida de la madre”.
La Corte Suprema decidió que la aplicación de la ley comenzará el 23 de abril. La decisión, que los grupos provida han aclamado como una victoria para las madres y los niños no nacidos, enfrenta un camino cuesta arriba para ser aplicada. El año pasado, la gobernadora demócrata Katie Hobbs emitió una orden ejecutiva aplazando la aplicación del aborto al actual fiscal general, el demócrata Kris Mayes.
En una reacción rápida y airada a la decisión de la Corte Suprema en su cuenta oficial de X, Mayes escribió: “Permítanme ser completamente claro: mientras sea Fiscal General, ninguna mujer o médico será procesado bajo esta ley draconiana en este estado. “
Sin embargo, según el Arizona Republic, Mayes podría ser impugnada por cualquiera de los fiscales del condado del estado.
Uno de los magistrados, John R. López IV, comentó que el fallo tiene como objetivo dejar la decisión al pueblo de Arizona.
“Un asunto político de esta gravedad debe ser resuelto en última instancia por nuestros ciudadanos a través de la legislatura o el proceso de iniciativa. Hoy nos negamos a tomar esta importante decisión política porque tales juicios están reservados para nuestros ciudadanos”, escribió el juez López, según la estación CBS de Arizona.
Los partidarios del aborto tienen una posible medida electoral que abriría el estado a una ley extrema a favor del aborto.
Según The Arizona Republic, “los defensores dicen que ya han obtenido más de 500.000 firmas, muy por encima del umbral de 383.923 firmas necesarias para la fecha límite de principios de julio”.