Muchos creen que el controversial, polémico y sobre todo intocable P. James Martin hizo un acto espontáneo de amor al prójimo al bendecir a sus amigos “casados” Jason y Damian, pero la verdad detrás de todo esto es mucho más escandalosa y tenebrosa.
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“Queridos amigos, tuve el honor de bendecir a mis amigos Jason y Damian esta mañana en nuestra residencia jesuita, de acuerdo a los lineamientos que ahora el Vaticano ha proporcionado. Pero antes de eso, yo he sido bendecido con su amistad y apoyo”, escribía el controversial cura mientras “hacía historia” y el New York Times lo documentada (vaya espontaneidad).
En fin, muchos aplaudieron esta “bendición” porque “abre las puertas a la comunidad LGBT. Por supuesto, estas puertas nunca estuvieron cerradas y nuestro Catecismo habla claramente del tema, pero hoy estamos aquí para hablar de los buenos “amigos” de James Martin.
Empecemos por Jason Steidl es un teólogo católico homosexual que, como muchos de su comunidad, considera que el simple hecho de ser gay es un mérito digno de currículo. Es profesor de estudios de religión en la progresista Universidad de Nueva York y todo su trabajo se centra en el “ministerio católico” LGBTQ. Sin temor de Dios y contra nuestro Catecismo, el teólogo señala que vive en Brooklyn con su “esposo” Damian.
¿”Esposo”? Pues sí. El sacerdote Martin ha bendecido a una pareja de “esposos” homosexuales que se “casaron” en la “iglesia” Judson Memorial. Aquí viene una de las grandes contradicciones de la pareja y que por supuesto, pone en tela de juicio el actuar de Martin. En la descripción de la foto que publicaron en Instagram dice “No longer living in sin”, lo que significa “Ya no vivimos en pecado”. Esto contradice directamente el catecismo, ya que la homosexualidad no es pecado en tanto no se ponga en práctica, lo que por supuesto no es el caso de esta pareja.
Por si esto fuera poco, la “iglesia” Judson Memorial tiene actividades drag, trans y eventos abiertamente sexuales como el que se puede apreciar en la siguiente imagen:
Continuando con el teólogo Jason, no ha perdido la oportunidad de burlarse tanto del Papa Juan Pablo II, como del Papa Benedicto XVI en su momento. Al primero lo menospreció comparándolo con Taylor Swift: “ella lleva muy bien esa casaca y el otro, pues escribió la ‘teología del cuerpo’. Aburrido”. Como autor de un artículo de la organización progresista “New Ways Ministry” escribió ante la muerte del Papa Benedicto XVI: “Al escuchar de su muerte, me he imaginado a Ratzinger sentado en un salón de clases donde sus profesores son mártires y santos queer”.
Para agravar aún más la situación, él y su esposo asisten a eventos nudistas homosexuales en diferentes playas, sin un mínimo signo de arrepentimiento por estar involucrados en estos deleznables actos de perversión.
Pero vamos, supongamos que el Padre James Martin realmente estaba dándoles una bendición con la esperanza de que hallen la fuerza de voluntad de amarse como hermanos, vivir en castidad y tomar a una fiel mujer como esposa eventualmente… Pues no. No podemos pensar eso porque este sacerdote señala que le gusta todas y cada una de las fotos de la pareja cuando celebra su homosexualidad, llevando la total contraria a lo que claramente estipula nuestro catecismo.
Esto es justamente lo que NO debe hacer un sacerdote: bendecir la conducta homosexual, como lo hace James Martin a dos hombres tomados de la mano. Parece más una confirmación de esta pareja en su pecado, que una súplica para que abandonen esa conducta. Se bendice al pecador, no… pic.twitter.com/XuXOF53fO5
— Padre Eduardo Hayen Cuarón 🇲🇽🇺🇸 (@padrehayen) December 20, 2023
A esto, varios sacerdotes se han pronunciado ante lo que ha realizado, porque no está bendiciendo a los pecadores arrepentidos que buscan a Dios para encontrar paz en su alma y con el propósito de enmienda de no volver a caer en la debilidad de la carne contra Dios, sino que está bendiciendo a una pareja que no tiene intención alguna de cargar la cruz y vivir en castidad. Ha bendecido el pecado y “de eso no se vuelve”.
Esto es justamente lo que NO debe hacer un sacerdote: bendecir la conducta homosexual, como lo hace James Martin a dos hombres tomados de la mano. Parece más una confirmación de esta pareja en su pecado, que una súplica para que abandonen esa conducta. Se bendice al pecador, no… pic.twitter.com/XuXOF53fO5
— Padre Eduardo Hayen Cuarón 🇲🇽🇺🇸 (@padrehayen) December 20, 2023