¿Será que genuinamente existe un multiverso? ¿Cómo es posible que concordemos con los reggaetoneros? Pues sí, hay un par de áreas en las que es indiscutible la superioridad moral del reggaetón, así el contenido vulgar y sexual nos parezca deleznable. Ojo, sigue siendo incompatible con el catolicismo, pero aquí vamos a analizar la política.
El conflicto entre Fher de Maná y Nicky Jam refleja las divisiones políticas que atraviesan a la comunidad hispana en Estados Unidos. Por un lado, Fher Olvera, vocalista de la banda mexicana Maná, ha sido un defensor de posturas izquierdistas y progresistas a lo largo de su carrera, incluso llegando a usar camisetas del Che Guevara, un símbolo del comunismo en Latinoamérica, durante sus conciertos. Este gesto ha sido visto por muchos como un respaldo a ideologías que glorifican figuras históricas responsables de revoluciones violentas y regímenes autoritarios en la región.
“Maná no trabaja con racistas”, señaló el grupo de rock mexicano. Parecen ignorar el hecho de que Trump no está contra la inmigración, solo en contra de la inmigración ilegal indiscriminada. Tanto es así, que Trump mismo ha señalado que apoyaría a los mejores estudiantes extranjeros que terminen la carrera en los Estados Unidos, con ciudadanía automática: “Si estudian aquí, quieren trabajar aquí y logran cumplir el objetivo, ¡QUÉ SUMEN AQUÍ!”
En contraste, Nicky Jam, un reguetonero puertorriqueño, ha tomado una posición completamente distinta. Criado en un entorno humilde y con una carrera que refleja el esfuerzo y las oportunidades que ofrece el sueño americano, Nicky Jam representa una clase media emergente, que busca mejorar su vida a través del trabajo duro y las libertades económicas. Su aparición junto a Donald Trump en Las Vegas y el uso de una gorra con la consigna “Make America Great Again” demuestran su apoyo al republicanismo y su rechazo a políticas socialistas o comunistas que, en su opinión, son un peligro para la prosperidad de Estados Unidos.
El grupo Maná respondió rápidamente a esta muestra de apoyo a Trump eliminando su colaboración con Nicky Jam de las plataformas digitales, tildándolo de racista. Este tipo de reacciones radicales expone una tendencia de artistas de izquierda a silenciar y cancelar a aquellos que no comparten sus opiniones, algo que contrasta con la libertad de expresión que dicen defender.
A diferencia de Fher y su apoyo tácito a ideologías comunistas, otros artistas latinos como Daddy Yankee, J.Balvin, Luis Fonsi y Miguel Bosé han criticado abiertamente regímenes comunistas y socialistas como el chavismo en Venezuela. Estos músicos no solo han mostrado solidaridad con las víctimas de esos regímenes, sino que, en el caso de J.Balvin, incluso han llegado a mencionarlo explícitamente en sus canciones, enviando un mensaje claro contra las dictaduras y a favor de la libertad.
En resumen, mientras Fher de Maná abraza figuras comunistas como el Che Guevara, Nicky Jam y otros reguetoneros han optado por defender los valores de libertad y oportunidades que ofrece el sistema capitalista estadounidense, rechazando cualquier intento de imponer una agenda marxista en Estados Unidos.