El sacerdote exorcista Eduardo Hayen, explica cómo los demonios no tienen una forma física, para aclarar las dudas de algunos de nuestros lectores, que creen haber visto al demonio o haber tenido un contacto físico con el mismo.
Por: P. Eduardo Hayen Cuarón
Hay personas que afirman haber visto al demonio. Algunos dicen que tiene una pata de cabra; otros lo han visto con cuernos; otros más afirman que es un monstruo y hay quienes dicen que se les apareció como un hombre guapo y elegante. Lo cierto es que los demonios carecen de cuerpo, al igual que los ángeles buenos. No lo necesitan porque son seres puramente espirituales.
Los demonios no sienten como nosotros porque no tienen nuestros sentidos, ni se mueven. Un demonio es una sustancia espiritual incorpórea.
Es cierto que pueden actuar sobre un cuerpo, y si se llegan a aparecer en forma corporal, no es porque tengan el poder de crear un cuerpo de la nada –sólo Dios es capaz de crear de la nada– sino porque toman materia ya existente y le dan forma corporal. Tampoco pueden engendrar, así que si alguna mujer dice que tuvo un hijo del diablo, miente o ha perdido la razón.
Cuando un demonio posee a una persona, ejerce un dominio despótico sobre el cuerpo de esa persona, pero nunca puede poseer el alma de ese ser humano, ya que el alma es la forma sustancial del cuerpo del poseso, y esa persona poseída no deja de estar unida a su alma espiritual. La posesión es sólo un mal físico que realiza el demonio en el cuerpo de un ser humano.