En un artículo de opinión publicado en inglés en la revista Newsweek, Charlie Kirk señaló que casarse, tener hijos, comprar una casa o poner un negocio alejan a los jóvenes de posturas liberales y los vuelve más conservadores. Ese es el caso de muchos millenials, añade Kirk, quienes, aunque a un ritmo menor y una edad más avanzada, están empezando a tomar esas decisiones. En las elecciones pasadas, esos millenials que hicieron ganar a Obama por 34 puntos, favorecieron a los demócratas por solo 4 puntos.
La nota también señala que lo mismo ocurrió con los jóvenes de hoy, llamados “Zoomers”. En las recientes elecciones intermedias, los jóvenes de 18 a 29 años favorecieron a los demócratas por 28 puntos. Es decir, 6 puntos menos de los que los millenials les dieron a los demócratas cuando tenían esa misma edad. A esto se suma otro dato que rescata el autor en el artículo: según las encuestas a boca de urna, la mitad más joven de ese grupo humano, la de 18 a 24 años, fue la más conservadora, favoreciendo a los demócratas por sólo 25 puntos.
Además, como señala el autor, “este cambio también puede verse en otras mediciones. Según una investigación realizada por Morning Consult, el 47% de los estadounidenses de entre 18 y 34 años se identificaba como algún tipo de liberalismo en 2017. Apenas cinco años después, esa cifra se ha reducido al 34%. Así es: por 13 puntos, los jóvenes son significativamente menos propensos a llamarse a sí mismos liberales que hace solo cinco años”.
El artículo también recuerda el impacto negativo que las universidades tradicionales tienen en los jóvenes. Se trata, en palabras del autor, de un “evento muy “liberalizante” en la vida”. De hecho, “no se trata solo de que los profesores sean uniformemente de izquierdas, aunque lo sean. Es parte de la propia naturaleza de la vida universitaria. Los adolescentes son arrancados de todo lo que les proporcionaba una estructura en sus vidas y se les da una independencia casi total, todo a la vez. No hay nadie que les insista para que sigan asistiendo a la iglesia o se mantengan alejados de la bebida y las drogas. Todas las influencias de los adultos en sus vidas se alejan y son reemplazadas por instructores, administradores y estudiantes de cursos superiores que predican un mensaje uniformemente liberal. Poco a poco nos vamos pareciendo más a nuestros amigos y más al entorno en el que estamos inmersos, y durante el último periodo formativo de sus vidas, los jóvenes adultos están empapados de un entorno totalmente de izquierdas”.
La publicación concluye preguntándose cómo podemos construir una sociedad en la que los jóvenes sean naturalmente conservadores. “Podemos hacerlo”, dice el autor, “transformando los incentivos para que los acontecimientos vitales “conservatizantes” sean más fáciles de conseguir y de conseguir antes, mientras que los acontecimientos vitales liberalizantes sean menos necesarios para el éxito”.
Puede leer el artículo en inglés aquí.