No entraremos en las consideraciones morales relativas al uso de las píldoras anticonceptivas, pero sí queríamos destacar lo cínicas que resultan las dudas que la FDA tiene de autorizar la venta de píldoras anticonceptivas sin receta médica por los riesgos que su consumo tiene para la salud. Tristemente, la salud de muchas mujeres y la vida de los no nacidos parecen estar en manos de un tira y afloja trapacero entre burócratas y gigantes farmacéuticos.
CNBC informó que “la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) planteó el martes importantes dudas sobre la solicitud de un fabricante de medicamentos para la venta sin receta de una píldora anticonceptiva”.
“Un comité de expertos independientes que asesoran a la FDA se reúne el martes y el miércoles para formular una recomendación sobre si los datos presentados por HRA Pharma son suficientes para permitir la venta sin receta de Opill, el anticonceptivo de la empresa”, señala la nota.
“La FDA no está obligada a seguir el consejo de sus expertos externos, pero sus recomendaciones desempeñan un papel importante en las decisiones de la agencia”, añade la publicación.
Según CNBC, “asociaciones médicas como el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos llevan años apoyando la venta libre de anticonceptivos sin restricciones de edad”.
“El personal de la FDA”, agrega la nota, “ha expresado su preocupación por el hecho de que algunos consumidores que no deberían tomar norgestrel -o que necesitan consultar antes a su médico debido a problemas de salud- no entendieron la advertencia de la etiqueta del medicamento en un estudio, según un documento informativo de la agencia hecho público el viernes”.
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Foto: towfiqu-barbhuiya/unsplash