El National Review recoge indignantes testimonios acerca de mujeres que terminan en salas de emergencia luego de tomar píldoras abortivas supuestamente seguras. Los proveedores y la FDA, cuenta la publicación, insisten en que consumir estos fármacos mortíferos es tan seguro como tomar Tylenol o ibuprofeno. Esto, por supuesto, es una canallada. Por si eso fuera poco, muchas veces las mujeres reciben las píldoras sin evaluaciones adecuadas y sin ningún tipo de atención de seguimiento. Qué escándalo.
El National Review informó que “hace un par de años, la Dra. Christina Francis trabajaba en la unidad de partos de un hospital de Fort Wayne (Indiana) cuando llegó a urgencias una joven enferma. La mujer, de unos 20 años, tenía una fuerte hemorragia vaginal, explica Francis, ginecóloga y obstetra. Sus análisis eran anormales, mostraba signos de tener una infección en el útero y parecía estar en las primeras fases de una lesión renal aguda”.
“La mujer”, continúa el Review, “que llegó a urgencias con un niño, explicó a Francis su situación: embarazada y desesperada, había pedido por Internet una pauta de píldoras abortivas. En el sitio web donde las pidió le dijeron que llegarían en tres o cuatro semanas desde la India. No le habían hecho una evaluación exhaustiva. No la habían asesorado sobre los riesgos de las píldoras. Ni siquiera sabía el nombre del fármaco que había tomado, declaró Francis a National Review”.
“La mujer sobrevivió, pero Francis afirma que su caso pone de manifiesto muchos de los problemas que plantea el uso creciente de píldoras abortivas: A menudo se dispensan, en muchos casos por Internet, sin evaluaciones ni asesoramiento adecuados. Las mujeres que toman las píldoras, a menudo conmocionadas por la hemorragia y el dolor que experimentan, acuden a los servicios de urgencias locales para recibir tratamiento. En algunos casos, sufren complicaciones graves, a veces mortales. Y a menudo no reciben la atención de seguimiento adecuada y, en el caso de muchos proveedores de píldoras en línea, no reciben ningún tipo de atención de seguimiento”, señala la nota.
“Cuando estudiaba medicina, me parecía que nos habían metido en la cabeza que cuando tratas a un paciente, cuando le das un medicamento, cuando le operas, cuando es tu paciente es tu responsabilidad”, afirma Francis, citado en la publicación. “Y simplemente no vemos ese sentido de la responsabilidad en la mayoría de los proveedores de abortos, y desde luego en un sitio web que no les ofrece atención continuada ni apoyo alguno del sistema médico”, continúa la cita.
“Francis es el director general de la Asociación Americana de Obstetras y Ginecólogos Pro-Vida, uno de los demandantes en un pleito federal en curso que impugna la aprobación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. de la píldora abortiva de dos fármacos en 2000”, añade la nota.
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