El evento del Templo Satánico incluirá un ritual de “desbautismo” que incluye un altar, cruces invertidas y arrancar páginas de una Biblia. Los miembros de esta organización dicen no creer en Lucifer ni en el infierno, pero reconocen y aprueban sus signos blasfemos. Además, son partidarios del aborto, de la agenda LGBT y de la separación entre el Estado y la religión. No saben lo que hacen…
La BBC informó que “puede que sea la mayor reunión de satánicos del mundo, y está a punto de comenzar en un hotel Marriott del centro de Boston”.
“En una sala iluminada con velas y reservada para ceremonias satánicas, un cartel de neón da la bienvenida a la Pequeña Capilla Negra. Un altar elevado se alza en un extremo, con un pentagrama blanco en el suelo frente a él. El ritual que se celebra aquí es un “desbautismo”, en el que los participantes rechazan simbólicamente ritos religiosos realizados cuando eran niños”, señala la nota.
Según la publicación, “llevan una capa hasta el suelo con capucha y una máscara negra. Se atan las manos con una cuerda, que luego se suelta para representar la liberación. Se arrancan páginas de una Biblia para simbolizar la anulación de su bautismo cristiano. La ministra Rose d’Arc celebra una ceremonia de desbautismo con una túnica negra bordeada de cruces invertidas. Detrás, un altar adornado con luces blancas y azules y una cruz invertida. El sujeto de la ceremonia se arrodilla con una túnica negra y una capucha”.
“Utilizan los símbolos de Satán en rituales, por ejemplo para celebrar una boda o adoptar un nuevo nombre. Eso podría incluir tener una cruz de neón al revés en su altar mientras gritan: “¡Salve Satanás!” Para muchos cristianos, esto es una grave blasfemia”, añade la nota.
Según la BBC, “”No está mal”, coincide Dex Desjardins, portavoz del Templo Satánico. “Muchas de nuestras imágenes son inherentemente blasfemas”.”
“Tenemos gente que lleva cruces invertidas. Y en nuestra ceremonia inaugural se rompió una Biblia como símbolo de opresión, especialmente la opresión de las personas LGBTQ y de las mujeres, y también de la comunidad BIPOC, y prácticamente de cualquiera que haya crecido con un trauma religioso, que es un gran número de nuestros miembros”, continúa la cita.
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Foto: michal-mrozek/unsplash