Otro hermoso ejemplo de familias bendecidas con vocaciones religiosas es el de los padres Robert y Benjamin Ross, hermanos, y su tío, el padre Michael Maginot, todos ellos sacerdotes de la Diócesis de Gary, en Indiana. Robert y Benjamin son también miembros de una familia de siete hijos en la que sus padres Thomas y Rose Ann siempre rezaban en familia y les recordaba a sus hijos la importancia de permanecer cerca de Jesús.
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“Para tres hombres de Indiana, el sacerdocio católico se ha convertido en un negocio familiar. El 3 de junio, el P. Robert Ross fue ordenado sacerdote, uniéndose a su hermano mayor y a su tío en el servicio a la Diócesis de Gary, Indiana.
Siendo el mediano de una familia de siete hermanos, el P. Robert Ross dice que en su casa siempre se hizo hincapié en la fe católica. Sus padres, Thomas y Rose Ann, siempre se aseguraban de rezar en familia y recordaban a sus hijos a diario que debían permanecer cerca de Jesús.
En la escuela, el P. Robert vio cómo su hermano Benjamin iba al seminario y cómo su tío, el P. Michael Maginot, era párroco en la parroquia natal de los Ross. Los dos miembros de la familia mostraron al P. Robert que los sacerdotes son hombres normales, y cómo un sacerdote está llamado a entregar totalmente su vida al servicio de Dios y de la Iglesia.
El P. Robert empezó a discernir su vocación al sacerdocio durante su tercer año de instituto. Después de graduarse, siguió los pasos de su hermano e ingresó en el seminario.
El P. Robert cita el seminario como un momento crítico para su discernimiento. Al principio de su carrera en el seminario, se quedó despierto una noche durante un retiro, contemplando si era digno de ser llamado al sacerdocio. Pero entonces, sintió una oleada de confianza al recordar lo que un sacerdote había dicho ese mismo día, que Dios “no llama a los cualificados, sino que cualifica a los llamados”.
El seminario ayudó al P. Robert a desarrollar y hacer crecer sus talentos y habilidades naturales, preparándole para la vida sacerdotal.
“Tiene un corazón para el servicio y un deseo de crecer en santidad y fe”, dijo su hermano el P. Benjamin Ross. “Acepta personalmente la llamada de Cristo a seguirle y guiará a otros a ser discípulos de Jesús”.
Antes de ser ordenado sacerdote, el P. Robert se embarcó en otra aventura familiar: una peregrinación a Fátima, Portugal, con sus padres. Allí predicó en la Capilla de la Aparición y quedó profundamente conmovido por la experiencia.
“El mero hecho de estar allí con mis padres, donde la Virgen se apareció a los niños, lo hizo muy especial”, dijo. “Sentí mucha libertad, mucha paz, y me sentí cerca de María y de los tres niños”.
Como sacerdote, el padre Robert está entusiasmado por unirse a la misión que su hermano y su tío ya están viviendo: servir como capitán de la Iglesia.
“Me entusiasma conocer la vida parroquial y cómo puedo servir. Quiero conocer a la gente y compartir su vida con ellos”, dice el P. Robert.
Y sus padres no podrían estar más contentos.
Rose Ann comentó que se sentía “en paz” con la ordenación de su hijo. Thomas compartió que “(su ordenación) es la respuesta a las oraciones de mucha gente. Estoy feliz de que el poder de la oración esté funcionando”.
Radiantes de orgullo y alegría, Thomas y Rose Ann vieron cómo el P. Robert celebraba su primera Misa, concelebrada con su hermano y su tío”.
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Foto: michel-grolet/unsplash