Expertos y entendidos seguramente encontrarán distintas explicaciones a este fenómeno, pero el hecho de que siga cayendo el porcentaje de jóvenes que se matriculan en universidades una vez terminada la secundaria es una muestra más de la intrascendencia del sistema educativo. ¿Para qué querría un joven pagar altas sumas de dinero por una descomposición intelectual y espiritual que la sociedad le provee gratuitamente? Triste pero cierto.
El Wall Street Journal informó que “más graduados de secundaria están siendo desviados de los campus universitarios por perspectivas más brillantes de empleos obreros en un mercado laboral históricamente fuerte para los trabajadores menos educados”.
“Según los últimos datos del Departamento de Trabajo, la tasa de matriculación en la universidad de los graduados recientes de 16 a 24 años se redujo al 62 % el año pasado, frente al 66.2 % en 2019, justo antes de que comenzara la pandemia. La tasa alcanzó un máximo del 70.1 % en 2009”, señala la nota.
Según la publicación, “el crecimiento del empleo en restaurantes, parques temáticos y otras partes del sector del ocio y la hostelería -que tienden a emplear a gente joven y normalmente no requieren un título universitario- ha aumentado más del doble de rápido que las ganancias de empleo en general en el último año. También sigue habiendo un gran número de ofertas de empleo en la construcción, la fabricación y el almacenamiento, campos que a menudo requieren formación adicional, pero no títulos universitarios”.
“La pandemia perturbó la universidad hasta tal punto que mucha gente retrasó su asistencia”, dijo la economista jefe de ZipRecruiter, Julia Pollak, según el WSJ. “Una vez que lo retrasan, se enganchan a ganar y trabajar y no vuelven”, continúa la cita.
“La matriculación en la universidad ha descendido alrededor de un 15 % en la última década, según datos federales. Las razones son el elevado costo de la educación universitaria, el cierre de universidades y la desigual rentabilidad de obtener un título, así como el caldeado mercado laboral”, añade la nota.
“La mayoría de los estadounidenses no cree que merezca la pena obtener un título universitario, según una encuesta de Wall Street Journal-NORC realizada a principios de este año, lo que supone un nuevo descenso de la confianza en lo que ha sido durante mucho tiempo un distintivo del sueño americano. Los licenciados universitarios se enfrentan este verano a una búsqueda de empleo más incierta, ya que las empresas se replantean el valor de muchas funciones de cuello blanco”, continúa la publicación.
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Foto: charles-deloye/unsplash