El controvertido excongresista Matt Gaetz anunció su retiro como candidato a Fiscal General de la Administración Trump, afirmando que su proceso de confirmación se había convertido en una distracción para los esfuerzos de transición del presidente electo Donald Trump y su vicepresidente J.D. Vance.
La decisión de Gaetz pone fin a semanas de tensiones dentro del Partido Republicano y abre la puerta a que Trump elija un nuevo líder para el Departamento de Justicia (DOJ).
Gaetz, un feroz aliado de Trump, fue una de las nominaciones más divisivas del presidente electo. Su perfil combativo, que incluyó la destitución del entonces presidente de la Cámara, Kevin McCarthy, generó entusiasmo entre algunos sectores conservadores, pero también dudas sobre su capacidad para obtener la confirmación del Senado.
A esto se sumó una investigación por presunta conducta sexual inapropiada y consumo de drogas ilícitas que ensombreció el proceso. Aunque el Comité de Ética de la Cámara votó recientemente a favor de no publicar sus hallazgos, la posibilidad de que esta información llegara al Senado complicaba aún más su confirmación.
En un comunicado, Gaetz explicó su decisión:
“No hay tiempo que perder en una refriega innecesariamente prolongada en Washington. El DOJ de Trump debe estar listo y operativo desde el día uno”.
El presidente electo agradeció públicamente a Gaetz por su disposición a servir, elogiando su compromiso con la agenda de la nueva administración.
“Matt lo estaba haciendo muy bien, pero no quería convertirse en una distracción para el equipo. Estoy seguro de que tiene un futuro brillante por delante”, afirmó Trump.
La elección de Gaetz como candidato al DOJ respondía al deseo de Trump de nombrar a alguien dispuesto a confrontar lo que llamó “la instrumentalización partidista del Gobierno”. Según Trump, Gaetz estaba preparado para “proteger nuestras fronteras, desmantelar las organizaciones criminales y restaurar la confianza del pueblo estadounidense en el Departamento de Justicia”.
Tras renunciar a su escaño en el Congreso para acelerar la transición de su sucesor y preservar la mayoría republicana, el futuro político de Gaetz es incierto. En su anuncio, el excongresista evitó detalles sobre sus próximos pasos, pero aseguró que seguirá trabajando para que Trump sea “el presidente más exitoso de la historia”.
Por su parte, Trump podría asignarle otro puesto en la nueva administración, aunque no se han hecho anuncios al respecto.
Con la salida de Gaetz, el presidente electo deberá buscar un reemplazo para liderar el DOJ. La elección será crucial, ya que el próximo fiscal general tendrá la tarea de implementar la ambiciosa agenda de Trump, que incluye una política de mano dura contra el crimen y la corrupción, así como la restauración de la confianza en las instituciones federales.
Mientras tanto, los ojos están puestos en las próximas decisiones de Trump, cuyo equipo de transición trabaja contrarreloj para definir los puestos clave antes del inicio de su mandato.