Un experto en cine católico analizó la película más reciente de Nicolas Cage y destacó las lecciones prácticas que ofrece.
Cage protagoniza la nueva película “Dream Scenario” como Paul Matthews, un modesto biólogo evolutivo. Un día, Matthews despierta con una fama inesperada. No ha hecho nada espectacular en su vida, pero todo el mundo lo reconoce por la calle porque se les ha aparecido en sueños.
Matthews acepta la nueva fama, pero pronto reconoce las dificultades que implica ser famoso y notado por todos, y comienza a cuestionar su valor.
Joseph Joyce, crítico de cine y guionista católico desde hace mucho tiempo, analizó la película para el Angelus, el periódico católico de la Arquidiócesis de Los Ángeles.
“Ésta es la primera vez que Paul se hace notar y responde con toda la dignidad de un niño pequeño que se ríe gritando una mala palabra”, escribe Joyce. “No ha hecho nada para ganarse esta nueva fama y aún así intenta reclamar el botín”.
La fama de Matthew rápidamente se vuelve amarga cuando la gente comenzó a acusarlo de incidentes aleatorios sobre los que no tenía control. Como resultado, todos sus fans se vuelven contra él y su reputación se ve afectada.
Joyce señala que Cage era la única persona adecuada para interpretar este papel porque Cage tuvo que aprender muchas de las lecciones que Matthews aprende en la película. Como actor joven, Cage encontró el éxito, pero después de una serie de malas inversiones en terrenos, Cage asumió cualquier papel que le valiera la pena, lo que provocó malas actuaciones y una reputación disminuida.
“(Matthews) sólo podría ser interpretado por Cage en este momento de su carrera, porque él entiende mejor que nadie el arma de doble filo de la celebridad”, escribió Joyce. ‘Cage fue una vez ganador del Oscar; ahora está reducido a un meme”.
Joyce observa las lecciones del mundo real que se pueden derivar de esta película.
“La única coherencia con la humanidad es que somos un grupo voluble, y el cielo te ayudará si se nos permite dictar quién eres y si importas”, escribió Joyce. “Siempre sentí empatía con el hombre que construyó su casa sobre arena en lugar de roca; la propiedad frente al mar es maravillosa, al menos hasta que de repente deja de serlo”.
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Foto: philip-kock/unsplash