Los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) destinan millones de dólares a las agendas de equidad, LGBT y “racismo sistémico”. Ello puede deberse a que el Instituto Nacional de Salud de las Minorías y Disparidades en Salud pasó de ser un centro a un instituto durante la administración Obama. Gracias a la ley ómnibus aprobada por el anterior Congreso, el presupuesto del NIH se incrementó hasta alcanzar los 47.5 billones de dólares.
Just the News informó que “mientras el Congreso sigue ampliando su presupuesto, los Institutos Nacionales de la Salud dedican cada vez más tiempo a las cuestiones de equidad, LGBT y “racismo sistémico”, dedicando millones de dólares de los contribuyentes a causas distintas de su misión principal de encontrar curas y tratamientos médicos”.
Mike González, experto en temas de racismo de la Hertage Foundation, es citado por el artículo diciendo que “el hecho de que los NIH estén haciendo esto es muy preocupante. El hecho de que esté entrando en la medicina es realmente un peligro, porque se trata de cuestiones de vida o muerte, y si vamos a tomar estas decisiones basándonos en estas ideas de abracadabra de [Diversidad, Equidad e Inclusión] con el fin de satisfacer algunas señales de virtud con las que nuestro gobierno parece estar en este momento completamente impregnado, vamos a empezar a poner en peligro la vida de las personas”.
“La última ley ómnibus de 1,7 billones de dólares aprobada por el Congreso el mes pasado”, continúa la publicación, “aumentó el presupuesto de los NIH para 2023 en unos 2.500 millones de dólares, o un 5,6%, hasta un total de 47.500 millones de dólares. El presupuesto de los NIH hace 10 años era inferior a 30.000 millones de dólares”.
El NIH, señala el artículo, “gastó 432 000 dólares en un estudio sobre Grindr, una aplicación para que los hombres homosexuales encontraran encuentros románticos y sexuales en 2012 y 2013. El estudio se comprometió a “investigar el proceso por el cual los HSH (hombres que tienen sexo con hombres) utilizan aplicaciones de teléfonos inteligentes para encontrar parejas sexuales (es decir, a quién buscan, cómo se presentan, cómo se comunican, el grado de negociación de sexo seguro, y la divulgación)”, así como “investigar los estados sexuales y emocionales (por ejemplo, más / menos urgencia, excitación, impulsividad)” que los hombres experimentan cuando se utilizan las aplicaciones para ver cómo afecta el comportamiento sexual de riesgo”.
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