Este Día de Acción de Gracias, las familias estadounidenses enfrentan un aumento significativo en el costo de la tradicional cena, una tendencia que refleja los efectos de la inflación persistente bajo la administración de Joe Biden.
Según la encuesta anual de la Federación Americana de la Oficina Agrícola (AFBF), una comida típica para 10 personas en 2024 costará un promedio de 58,05 dólares por cabeza, lo que representa un aumento del 24% en comparación con 2020, cuando la misma cena costaba 46,90 dólares.
Uno de los incrementos más notables recae en el costo del pavo. Un ave de 16 libras cuesta este año un promedio de 25,67 dólares, un 32% más caro que en 2020. Este aumento, junto con los de otros ingredientes esenciales, ha convertido una celebración tradicionalmente accesible en un desafío financiero para muchas familias.
La inflación no solo afecta al pavo. Desde 2020, el costo de otros alimentos indispensables también ha subido considerablemente:
Aunque la inflación general ha bajado un 5% en comparación con 2023, los precios se mantienen considerablemente más altos que antes de que comenzara esta crisis económica.
El impacto de estos aumentos no es solo económico, sino también cultural y social. Según una encuesta de The Economist/YouGov, el 37% de los estadounidenses afirmó que los altos precios han afectado sus celebraciones de Acción de Gracias.
Este panorama deja en evidencia cómo los altos precios están alterando las tradiciones familiares, especialmente para los hogares de clase media y trabajadora.
Desde que Joe Biden asumió la presidencia en 2021, los aumentos de precios no han dado tregua. Algunos ejemplos:
El incremento en los costos de vida, combinado con una economía estancada, ha convertido una festividad que debería ser motivo de unión y gratitud en un recordatorio de las dificultades financieras.
El Día de Acción de Gracias es un pilar de la cultura estadounidense, pero bajo el peso de las políticas económicas de Biden, muchas familias se ven obligadas a recortar, ajustar o incluso replantear cómo celebran. Bidenomics no es nada por lo que agradecer, y este aumento en los costos es un reflejo más de cómo su administración ha dejado de lado a las familias trabajadoras de Estados Unidos.