A raíz de la decisión de la Corte Suprema de traerse abajo el plan de condonación de deuda estudiantil del presidente Biden, un columnista del New York Times incluyó a la muerte como una manera de aliviar esa deuda. Aunque el diario luego cambió el encabezado por Las deudas no seguirán, el encabezado Muerte fue una de las seis maneras a las que el autor se refirió para poder cancelar una deuda estudiantil. Impresentable.
CatholicVote publicó lo siguiente:
“En una lista de seis formas de aliviar la deuda de los préstamos estudiantiles, el New York Times sugería la muerte como una opción a considerar.
El Times publicó el artículo tras la decisión del Tribunal Supremo de anular el plan de condonación de préstamos estudiantiles del Presidente Joe Biden. El periódico ofrecía una lista de formas que “dan a muchos prestatarios de préstamos federales para estudios una vía de escape” para no pagar su deuda.
Algunas de las opciones propuestas eran programas gubernamentales legítimos destinados a ayudar a los deudores en apuros. Sin embargo, opciones como la “muerte” y la “declaración de quiebra” parecieron ir demasiado lejos a muchos lectores.
En respuesta a la reacción, el Times cambió el encabezamiento de la sección sobre la muerte del original “Death” (Muerte) a “Debt Won’t Carry On” (Las deudas no seguirán).
“Esto no es algo que la mayoría de la gente elegiría como solución a su carga de deudas”, escribió el columnista del Times Ron Lieber. “Aun así, si eres un adulto joven que se pregunta por los préstamos federales PLUS que tus familiares pidieron para pagar tu educación, puede que te estés preguntando si la deuda muere con la persona o personas que la asumen”.
“Así es”, explicó Lieber. “El gobierno federal no hará un reclamo sobre su patrimonio, y tú no heredarás el saldo”.
El editor de LOOP, Joshua Mercer, discrepó con el argumento de Lieber. “Si bien heredar la deuda de uno de los padres puede ser preocupante, la muerte como solución a la deuda estudiantil parece desproporcionada”, dijo Mercer:
Sea cual sea la razón para incluir esta “opción” en la lista, fomenta la idea de que el valor de la vida humana está sujeto a cambios en función de factores externos. Por eso San Juan Pablo II fue profeta cuando dijo que ésta era una “cultura de muerte”. La sociedad se ha envuelto más en la eficiencia y la productividad, valorando el dinero y las posesiones por encima de la vida”.
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Foto: michal-matlon/unsplash