El obispo Michael Gielen de la diócesis de Christchurch, Nueva Zelanda, ha expulsado a los Hijos del Santísimo Redentor, también conocidos como los Redentoristas Transalpinos, de la diócesis.
En una carta emitida el 14 de julio, el obispo Gielen declaró que el obispo australiano Robert McGuckin había llevado a cabo una investigación de la orden y que informó de sus hallazgos al Vaticano.
Aunque la carta no mencionó el motivo de la investigación, The New Zealand Herald informó que los Hijos del Santísimo Redentor habían sido acusados de realizar exorcismos no autorizados.
Tras la investigación del obispo McGuckin, el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, que supervisa la investigación, recomendó las medidas que el obispo Gielen está implementando ahora. Según la carta del 14 de julio, el obispo Gielen ha ordenado la eliminación de “las facultades de los sacerdotes de los Hijos del Santísimo Redentor para ejercer el ministerio sagrado en la diócesis de Christchurch”.
Además, por recomendación del Vaticano, el obispo Gielen anunció que “a todos los miembros profesos de Los Hijos del Santísimo Redentor se les ha pedido que abandonen la diócesis de Christchurch”.
Debido a que los Hijos del Santísimo Redentor celebran exclusivamente la Misa tradicional en latín, el Obispo Gielen anunció disposiciones para el cuidado pastoral y la celebración de los sacramentos para la comunidad de la Misa tradicional en latín, enfatizando su compromiso de apoyar la vida litúrgica de todos los fieles.
Estas disposiciones incluirán la celebración semanal de la misa tradicional en latín en Kaiapoi, Nueva Zelanda, a partir del 21 de julio.
El obispo Gielen concluyó su carta pidiendo oraciones por aquellos que enfrentan desafíos durante este momento difícil y el apoyo de la Iglesia en general para una decisión tomada “por el bien de la Iglesia y los fieles en esta Diócesis”.