El arzobispo Julian Porteous de Tasmania (Australia) podría enfrentar un proceso legal por una carta que escribió y distribuyó entre estudiantes de escuelas católicas en todo el estado.
Según un informe de noticias de ABC del 13 de mayo, la carta, que los críticos de los activistas LGBTQ+ califican de “transfóbica y homofóbica”, condenaba el “lobby transgénero radicalizado”, el aborto, el suicidio asistido y la eutanasia, el matrimonio entre personas del mismo sexo y el movimiento del “despertar.”
“Lo que estamos presenciando ahora en nuestra sociedad australiana es la imposición de ciertas posiciones ideológicas sobre cuestiones sociales y morales a través de la legislación”, escribió el arzobispo Porteous en la carta, y agregó:
Durante los últimos 30 o 40 años hemos sido testigos de una campaña organizada para revertir la comprensión cristiana tradicional del sexo y la sexualidad en la sociedad occidental. Este trabajo activista culminó con el cambio en 2017 de la definición legal de matrimonio para permitir que parejas del mismo sexo se casaran, luego de un plebiscito público.
El informe de ABC afirmó que una parlamentaria independiente de Tasmania, Kristie Johnston, cuyo hijo asiste a una de las escuelas católicas, recibió la carta del Arzobispo, expresó su preocupación porque “viola las leyes antidiscriminatorias de Tasmania”.
Johnston declaró en el informe que la carta del Arzobispo era “nada menos que un discurso de odio”, y agregó:
Cuando el sistema educativo católico recibe financiación del gobierno, me preocupa mucho que la financiación del gobierno vaya a una escuela o a un sistema que tolera este tipo de violación de las leyes contra la discriminación.
El arzobispo Porteous expresó en su carta que los padres que no estuvieran contentos con las opiniones defendidas por las escuelas católicas tenían la libertad de enviar a sus hijos a otra parte. El Arzobispo escribió que si los padres inicialmente aceptan la catolicidad de una escuela, para luego decidir que sus puntos de vista están en desacuerdo, “entonces tendría sentido que buscaran una institución educativa alternativa más alineada con sus puntos de vista”.
La líder parlamentaria de los Verdes de Tasmania, Rosalie Woodruff, declaró en el informe que estaría sopesando las próximas opciones en respuesta a la carta, que, según afirmó, es “claramente una violación de, en nuestra opinión, las leyes contra la discriminación”.