Estas declaraciones se dieron en un momento en el que los legisladores de ese estado buscan aprobar un proyecto de ley que obliga a los sacerdotes a informar a las autoridades si toman conocimiento de un delito de abuso infantil, incluso si esa información les llega mediante el Sacramento de la Reconciliación. Esta iniciativa legislativa se suma a otras similares en los estados de Washington y Utah.
AP informó que “el obispo que dirige la diócesis de Vermont declaró el viernes que el rito de confesión de la Iglesia Católica Romana debe seguir siendo confidencial, incluso si alguien cuenta a un sacerdote que un niño ha sido víctima de abusos”.
Según la agencia informativa, “el obispo Christopher Coyne dijo al Comité Judicial del Senado estatal que la iglesia se opone a un proyecto de ley que eliminaría una exención de las leyes de Vermont sobre abuso y negligencia infantil. En la actualidad, los clérigos no están obligados a denunciar posibles indicios de tales delitos si se enteran de ellos de forma confidencial mientras actúan como consejeros espirituales”.
“Un sacerdote se enfrenta a la excomunión si revela la comunicación que se le hace durante la confesión. Y el sello sacramental de la confesión es la ley mundial de la Iglesia católica, no sólo de la diócesis de Burlington, Vermont”, dijo Coyne, citado por AP.
La agencia continúa citando al obispo diciendo que el proyecto de ley “atraviesa un elemento de protección constitucional de nuestra fe religiosa: el derecho a rendir culto como mejor nos parezca”.
El medio también señala que el obispo Coyne señaló que la información que el clero pueda recibir fuera del rito de las confesiones puede ser y es comunicada. “Las conversaciones que mantenemos en nuestros despachos, las sesiones de asesoramiento que realizamos, la dirección espiritual que llevamos a cabo, nada de eso es privilegiado, y todo está incluido en los estatutos de notificación obligatoria”, señala la cita.
La confesión, continuó el obispo, “no es una tarjeta para salir de la cárcel”. Los sacerdotes pueden instar a las personas que se confiesan a hacer algo, como mantenerse alejados de un niño, recibir asesoramiento o acudir a las autoridades si se han cometido delitos, dijo Coyne, según la publicación.
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