Los fieles de los Estados Unidos quieren que el Sínodo de 2024 se centre en la construcción de una Iglesia acogedora y audaz, dijo el obispo Daniel Flores de Brownsville a la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos durante el primer día de la Asamblea Plenaria de obispos de 2024 este semana.
El obispo Flores dijo que las esperanzas de los fieles se reflejaron en la Síntesis Nacional de Estados Unidos para la Etapa Interina del Sínodo 2021-2024, que reunió informes diocesanos y de grupos de trabajo de todo el país y los presentó a la Secretaría del Sínodo.
“El informe provisional enviado a la Secretaría del Sínodo ofrece dos imágenes principales para expresar las esperanzas y tensiones que vivimos en nuestras comunidades e instituciones locales: el deseo de que la iglesia sirva como un puerto seguro y el deseo de comprometerse más firmemente con la comunidad misterio profético de la iglesia como una especie de comunión ardiente que conduce al reino”, dijo el obispo Flores.
El obispo Flores dijo que la idea de “puerto seguro” no sólo significa una Iglesia acogedora que apoya y sostiene a sus fieles y a otros, sino que también exige una comunicación más clara de lo que significa ser católico.
“Pero también escuchamos un deseo de ser más audaces al expresar lo que distingue el camino de Cristo de los patrones y caprichos estándar del mundo en el que vivimos”, continuó, y luego agregó que cualquier desacuerdo tiene sus raíces en “un acuerdo más básico sobre lo que deberíamos estar.”
“Es decir, debemos tratar del amor abrazador de Cristo y del testimonio profético de lo que anunció y de lo que hizo y de lo que hace”, aclaró el obispo Flores. “En este contexto creo que la evangelización puede adquirir un enfoque más claro para nosotros”.
El arzobispo Thomas Zinkula de Dubuque dio una breve visión del lenguaje del documento provisional, destacando que el equipo responsable de crear el informe provisional optó por utilizar la palabra “tensión” en lugar de “división” siempre que sea posible.
“Sentimos que la palabra tensión articulaba honestamente la experiencia del pueblo de Dios”, dijo, añadiendo que la palabra “división” a menudo tiene connotaciones negativas.
“Si las tensiones se gestionan adecuadamente, pueden contribuir a la salud y la santidad de la iglesia”, añadió. “La tensión no tiene por qué verse automáticamente como una mala palabra; de hecho, la tensión es necesaria para un crecimiento y desarrollo espiritual y humano adecuado”.
“Mientras continuamos acompañándonos unos a otros y a nuestro pueblo en el camino sinodal, no rehuyamos las tensiones necesarias para el dinamismo de nuestra ardiente comunión ni perpetúemos divisiones que obstaculizan nuestra misión y desestabilizan nuestro puerto seguro”, concluyó.
El obispo Flores regresó para una actualización final sobre la logística de la asamblea sinodal de octubre, diciendo que el Vaticano ha introducido una “colaboración interdicasterial en grupos de trabajo” para abordar cuestiones más graves que han surgido durante el proceso sinodal global.
Estos temas, que incluyen cuestiones como la pobreza y las relaciones entre la Iglesia latina y oriental, se presentarán al Papa Francisco en junio de 2025, dejando que el Sínodo de octubre se centre más en la sinodalidad que en esas cuestiones.
Mons. Flores añadió que el Instrumentum Laboris, el documento de trabajo del Sínodo, se está elaborando actualmente en Roma en preparación para la asamblea de octubre.