Obispos Caldeos Se Unen A Otros Católicos De Rito Oriental Al Rechazar Oficialmente La Fiducia Supplicans
Los obispos de la Iglesia caldea de rito oriental han rechazado formalmente los principios contenidos en la Fiducia Supplicans, una directiva del Vaticano de diciembre de 2023 que autorizó bendiciones para parejas del mismo sexo.
Uniéndose a otras iglesias católicas orientales, como la Iglesia greco-católica ucraniana y la Eparquía católica bizantina de Passaic, Nueva Jersey, los obispos caldeos decidieron recientemente en su sínodo anual en Bagdad que las bendiciones para parejas del mismo sexo no estarían permitidas dentro del rito.
El Sínodo caldeo publicó por primera vez sus conclusiones iniciales en el sitio web del Patriarcado de Bahdgad el 19 de julio, en las que abordó graves preocupaciones relacionadas con los conflictos en curso en todo el Medio Oriente.
Sin embargo, el 22 de julio, el Sínodo publicó otra declaración en árabe en la que anunciaba su decisión de prohibir las bendiciones a las parejas del mismo sexo. La declaración no menciona explícitamente la Fiducia Supplicans, sino que aborda directamente su contenido.
“En cuanto a la unión de homosexuales (dos personas del mismo sexo), adoptaron la siguiente decisión”, se lee en el comunicado:
La Iglesia caldea en Irak y en el mundo no considera la unión de homosexuales como matrimonio, porque considera que el matrimonio entre un hombre y una mujer es el matrimonio legal correcto para construir una familia, y se niega a bendecir la unión de homosexuales, a fin de preservar la santidad del matrimonio, que es uno de los siete sacramentos.
Las iglesias orientales, tanto dentro como fuera de la comunión con Roma, han rechazado en gran medida el controvertido documento del Vaticano publicado por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe inmediatamente después del Sínodo sobre la Sinodalidad el año pasado.
Como informamos, la Iglesia Ortodoxa Copta rechazó Ficucia Supplicans en marzo, “después de consultar con las iglesias hermanas de la familia ortodoxa oriental”.
La Iglesia ortodoxa suspendió además el diálogo teológico con Roma, afirmando que sería necesario “establecer nuevos estándares y mecanismos” para restablecer la relación.