Los obispos católicos de Arizona han anunciado su oposición a la Proposición 314, una medida relacionada con la inmigración que, según los obispos, “creará un temor real dentro de las comunidades de Arizona que tendrá consecuencias dañinas”.
En una declaración del 3 de septiembre, los obispos manifestaron su “frustración por la situación actual en la frontera entre Estados Unidos y México. La falta de una solución federal a los desafíos que enfrentan tanto los solicitantes de asilo vulnerables como las comunidades estadounidenses es muy necesaria y se esperaba desde hace mucho tiempo”.
“Los estados y las comunidades locales a lo largo de la frontera soportan gran parte de los desafíos creados por la negligencia del gobierno federal”, continuaron. “Su incapacidad para abordar el aumento de la migración de una manera pragmática y humana ha llevado a una respuesta ineficaz en la frontera y a una cantidad inaceptable de muertes de migrantes”.
Los obispos escribieron que no examinan las buenas intenciones de quienes hacen esfuerzos para responder a los problemas, pero “creemos que la Proposición 314 tendrá consecuencias imprevistas y que no es la solución correcta”.
Según los obispos, si las fuerzas de seguridad estatales y locales se hacen responsables de hacer cumplir “lo que debería ser el papel de las autoridades federales de inmigración”, los criminales no serán atrapados porque muchas víctimas y testigos de delitos tendrán demasiado miedo de acudir a las fuerzas de seguridad y denunciar los delitos.
Según Ballotpedia, la Proposición 314 “convertiría en delito estatal el ingreso de extranjeros al estado directamente desde una nación extranjera que no sea el puerto de entrada oficial, y permitiría que la policía estatal y local arrestara a extranjeros que cruzaran la frontera ilegalmente”, y prohíbe arrestar a una persona sin una causa probable. Los jueces estatales también podrían ordenar deportaciones.
En su declaración, los obispos escribieron que la medida no obliga al gobierno federal a rendir cuentas por la regulación de la inmigración, sino que “[pondrá] expectativas irrealistas e inviables sobre los funcionarios judiciales y el personal encargado de hacer cumplir la ley del estado”.
“El gobierno federal necesita hacer un trabajo mucho mejor en la gestión de nuestra frontera nacional y brindar una reforma migratoria integral”, escribieron los obispos, señalando que la Proposición 314 probablemente no prevalecerá en los desafíos legales.