Los obispos católicos en México trabajaron para negociar tratados entre los líderes de los cárteles de la droga para protegerse a sí mismos, a otros católicos y a sus pueblos, según un informe reciente.
Según The Associated Press (AP), el obispo José de Jesús González Hernández reveló recientemente que cuatro obispos se han estado reuniendo con jefes de los cárteles de la droga en un esfuerzo por “negociar un posible acuerdo de paz”.
El obispo retirado Salvador Rangel dijo a la AP que las conversaciones finalmente fracasaron porque las pandillas “no querían conceder nada”.
Las conversaciones más recientes intentaron resolver disputas territoriales entre diferentes cárteles y bandas de narcotraficantes, que recientemente han resultado en paradas de transporte y varios asesinatos.
AP informó que varias personas han pagado “pagos de protección” a los cárteles de la droga a cambio de seguridad y la promesa de seguridad para sus hogares o negocios. Los cárteles y las pandillas también han atacado a iglesias y sacerdotes, a pesar de los esfuerzos de los obispos por negociar acuerdos de paz entre las pandillas.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo el 15 de febrero que aprueba las negociaciones.
“Sacerdotes, pastores y miembros de todas las iglesias han participado… en la pacificación del país. Creo que es muy bueno”, dijo López Obrador, según AP.
El presidente mexicano sí añadió que no aprobaría “ningún acuerdo que signifique otorgar impunidad, privilegios o licencias para robar”.
Este tipo de negociaciones se han llevado a cabo en el estado de Michoacán, así como en otros estados. Según un sacerdote de Michoacán, la actitud pacifista del gobierno hacia los cárteles de la droga “es un reconocimiento implícito de que [el gobierno] no puede proporcionar condiciones seguras”.
“No tendríamos que hacer esto si el gobierno hiciera bien su trabajo”, afirmó.