Los obispos católicos de California han emitido un comunicado condenando las últimas ampliaciones propuestas con respecto a las leyes estatales de suicidio asistido.
En un comunicado de prensa del 21 de marzo, la Conferencia Católica de California (CCC) anunció que “se opone vehementemente” al proyecto de ley propuesto recientemente, SB 1196, que eliminaría salvaguardias y requisitos críticos para quienes buscan el suicidio asistido.
La actual Ley de Opción para el Fin de la Vida exige que los pacientes sean residentes de California y que “su médico tratante haya determinado que padecen una enfermedad terminal”. La enmienda propuesta eliminaría el requisito de residencia y reemplazaría el término “enfermedad terminal” por “condición médica grave e irremediable” que causa “sufrimiento físico o psicológico”.
En particular, la enmienda amplía el acceso al suicidio asistido a pacientes que padecen demencia en etapa temprana o media, “mientras el individuo todavía tiene la capacidad de tomar decisiones médicas”.
La directora ejecutiva de la CCC, Kathleen Domingo, observó en el comunicado que el nuevo proyecto de ley “elimina todas las ‘salvaguardias’ potenciales que se implementaron originalmente cuando se aprobó inicialmente la Ley de Opción de Fin de Vida”.
Domingo enfatizó que permitir que los pacientes con demencia y otras personas que luchan contra enfermedades psicológicas accedan al suicidio asistido “abre a personas increíblemente vulnerables a la posibilidad de coerción o algo peor”.
“La SB 1196 pone en riesgo a los pacientes vulnerables y viola la confianza de los colegas legisladores que inicialmente votaron a favor de la ley porque fue redactada de manera estricta y contenía una fecha de caducidad”, continuó Domingo, refiriéndose a la fecha de vencimiento de la ley original del 1 de enero de 2031.
Además, la CCC también señaló en el comunicado que la ley estatal de California impide que las personas con discapacidades cognitivas reciban la pena de muerte, mientras que la SB 1196 permite a las personas con las mismas discapacidades cognitivas acceder a drogas letales fuera de prisión.
“Las tasas de suicidio en California continúan disparándose en las comunidades vulnerables”, dijo Domingo, y concluyó:
En un momento en que CA se está recuperando de la escasez de atención médica y de salud mental, presentar un proyecto de ley que invite a una gran población a considerar el suicidio es como echar gasolina a un incendio forestal.