Mientras el Parlamento del Reino Unido se prepara para debatir próximamente un proyecto de ley sobre la legalización del suicidio asistido, los obispos católicos del Reino Unido están proporcionando recursos educativos sobre los hospicios, que brindan los cuidados paliativos que, según afirman, son “la forma correcta y mejor de cuidar a las personas hacia el final de la vida”.
Los recursos incluyen un podcast en el que el presentador, James Abbott, visita el St. Joseph’s Hospice, con sede en el este de Londres, donde el cardenal católico Vincent Nichols, arzobispo de Westminster, es un patrocinador solidario. Abbott habla en el podcast “El arte de morir bien“.
La propaganda en la página web de la Conferencia de Obispos Católicos de Inglaterra y Gales (CBCEW) que describe el podcast explica que el contenido aborda los estereotipos asociados con un hospicio y proporciona una mirada informativa sobre lo que realmente sucede allí.
“El contenido de esta sección le permitirá descubrir cómo funcionan los hospicios y demostrar por qué son la joya de la corona cuando se trata de cuidados paliativos y al final de la vida”, afirma la página web.
La página web de CBCEW también ofrece información para conocer más sobre los pacientes, el personal y otras personas involucradas en St. Joseph’s Hospice.
Los recursos de los obispos católicos sobre cuidados paliativos y de hospicio refuerzan su postura a favor de la vida en el debate sobre el suicidio asistido que se está desarrollando en el Reino Unido. Los miembros del Parlamento (MP) tienen previsto debatir el proyecto de ley para legalizar el suicidio asistido a finales de este mes.
Los obispos se han manifestado en repetidas ocasiones en contra del proyecto de ley. La semana pasada, junto con los obispos de Gales y Escocia, emitieron una declaración en la que pedían a los ciudadanos del Reino Unido que se pusieran en contacto con sus parlamentarios y les instaran a rechazar el proyecto de ley.
En la declaración, también dijeron que los cuidados paliativos son el enfoque correcto para cuidar a quienes se acercan al final de sus vidas.
“La vida es un don que hay que proteger, especialmente cuando está amenazada por la enfermedad y la muerte”, afirmaron los obispos. “Los cuidados paliativos, con un tratamiento experto para el dolor y un buen apoyo humano, espiritual y pastoral, son la mejor y más adecuada forma de cuidar a las personas al final de la vida”.