Una destacada organización sin fines de lucro pro-LGBT ha cubierto varios gastos “lujosos” para su directora ejecutiva, incluidos vuelos en primera clase, la remodelación de una oficina en casa y un viaje a un centro de esquí en Davos antes de ir al Foro Económico Mundial, según The New York Times.
Documentos internos de la Alianza Gay y Lesbiana Contra la Difamación (GLAAD) muestran que la directora ejecutiva de GLAAD, Sarah Kate Ellis, “puede haber violado las propias políticas de la organización, así como las reglas del Servicio de Impuestos Internos” en su uso de los fondos de la organización, informó The Times.
GLAAD, fundada en 1985, fue fundada “para combatir la cobertura informativa homofóbica del SIDA”, según el informe, pero “gradualmente expandió su misión para luchar por una representación ‘justa, precisa e inclusiva’ en los medios”.
Según The Times, entre los gastos había una remodelación de la oficina en casa por 18.000 dólares que incluyó la instalación de una lámpara de araña y un viaje a Davos que costó más de 15.000 dólares.
El paquete salarial de Ellis también es mucho más alto que el de los directores ejecutivos de organizaciones sin fines de lucro comparables, con “el potencial de extenderse hasta las seis o siete cifras”, según The Times.
El Times explicó que si bien estos lujos y sueldos pueden ser habituales para un director ejecutivo de una empresa con fines de lucro, “los expertos legales dijeron que eran inapropiados para una organización sin fines de lucro con alrededor de 60 empleados” y, dado que la organización está exenta de impuestos federales y estatales, “debe garantizar que el salario de los ejecutivos sea razonable y esté alineado con la misión de la organización benéfica y la intención de los donantes”.
El abogado Michael West, asesor del Consejo de Organizaciones sin Fines de Lucro de Nueva York, dijo que el gasto podría ser un “uso abusivo de fondos caritativos que sería sorprendente e insultante para muchos de sus donantes”.
El Times también informó que los empleados de GLAAD estaban molestos por la forma en que su ejecutivo gastaba el dinero de la empresa. Un empleado “que descartó una taza de café fue reprendido por quitarle dinero a la causa LGTBQ”, según un ex empleado de GLAAD que habló con The Times.
El portavoz de GLAAD, Richard Ferraro, dijo a The Times que los gastos de viaje de Ellis estaban en línea con las políticas de la empresa y que la compañía ya había contratado a abogados que les aseguraron que estaban cumpliendo con las regulaciones del IRS. También dijo que el viaje de esquí a Davos fue pagado por la empresa “por un descuido” y que Ellis luego les reembolsó el dinero.
El Times también informó que Ferraro negó tener conocimiento del incidente del café y “proporcionó una carta que cuatro empleados de GLAAD de larga data escribieron al Times en la que expresaban su apoyo a que la Sra. Ellis aprovechara los ‘servicios para hacer que ese viaje frecuente sea conveniente, eficiente y seguro’”.
La propia Ellis dijo: “Tomo mi papel como administradora financiera de GLAAD muy en serio y continuaremos actualizando nuestros procedimientos para mantener el ritmo del rápido crecimiento de la organización”.