Un reciente artículo del Washington Post, cuyo título habla por sí mismo, es un golpe a la línea de flotación del desconectado ejemplo de Karine Jean-Pierre: Los autos nuevos, antes parte del sueño americano, ahora fuera del alcance de muchos. ¿Cuotas? Cada vez menos gente puede comprar un auto, señora Jean-Pierre. Para muchos, sobrevivir es cada vez más difícil. Para la secretaria de prensa, sin embargo, aumentar la deuda es algo “muy, muy sencillo”. Qué desparpajo.
Un artículo del Washington Post difundido por MSN informó que “a pesar de que la inflación está disminuyendo y la escasez mundial de chips está empezando a resolverse, más estadounidenses están siendo excluidos del mercado de automóviles nuevos de la nación, la industria y los datos del gobierno sugieren. El gasto en coches nuevos del 20 % de las rentas más bajas cayó a su nivel más bajo en 11 años. Mientras tanto, el gasto en coches nuevos del 20 % más rico alcanzó su nivel más alto registrado desde 1984, según los datos más recientes de la Encuesta de Gasto de los Consumidores de 2021, no ajustados a la inflación”.
Según la publicación, “los problemas que alejan a los autos nuevos de su alcance son dos. Por el lado de la demanda, el aumento de los tipos de interés ha encarecido los préstamos para la compra de coches: la cuota mensual media alcanzó los 686 dólares a mediados de 2022, según datos de Edmunds. El mes pasado, alcanzó los 730 dólares. Pero incluso si los compradores pueden conseguir un tipo de interés decente, la oferta de coches disponibles para la compra ha tendido a ser mucho más cara, en parte porque los fabricantes han estado canalizando recursos hacia versiones mejoradas de modelos caros y reduciendo las opciones más baratas”.
“A finales de abril”, continúa la nota, “General Motors anunció que abandonaría la producción de su vehículo eléctrico más vendido, el Chevy Bolt, eliminando uno de los vehículos eléctricos más asequibles en Estados Unidos a finales de año. Se trata de una tendencia que viene de lejos. En 2017, por ejemplo, había 11 modelos disponibles en el mercado estadounidense por menos de 20 000 dólares, según datos de Cox. A finales de 2022, había cuatro. Luego, para marzo de 2023, solo 2”.
“El resultado final es una brecha cada vez mayor entre los que pueden permitirse coches nuevos y los que no. El precio medio de un coche nuevo en Estados Unidos alcanzó los 48.008 dólares en marzo, un 30% más que en marzo de 2020, según Kelley Blue Book”, resalta la publicación.
Puede leer el artículo completo en inglés aquí.
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Foto: KarineJean-Pierre-White-House