El 26 de diciembre, el Papa Francisco abrió una Puerta Santa especial para el Jubileo 2025 en la prisión de Rebibbia, en las afueras de Roma, en un gesto que el Vaticano calificó de “histórico”.
El Papa se situó delante de la Iglesia de Nuestro Padre de la prisión, abrió simbólicamente las puertas y explicó al grupo de reclusos presentes que quería que todos “tuvieran la oportunidad de abrir de par en par las puertas de sus corazones y comprender que la esperanza nunca decepciona”, según Vatican News.
“Quise abrir la puerta hoy, aquí. La primera la abrí a San Pedro, la segunda es vuestra. Es un gesto hermoso abrir, abrir: abrir las puertas”, dijo el Papa Francisco durante la homilía. “Pero más importante es lo que significa: es abrir el corazón. Abrir los corazones. Y esto es lo que hace la fraternidad”.
“No perdáis la esperanza. Éste es el mensaje que quiero daros; a todos, a todos nosotros. Yo soy el primero. Todos. No perdáis la esperanza. La esperanza no defrauda nunca. Nunca”, afirmó el Papa.
También subrayó que “incluso en las situaciones más difíciles –cada uno tiene la suya, más fácil, más difícil, pienso en ustedes– siempre el corazón abierto; el corazón, que es precisamente lo que nos hace hermanos. Abrir bien las puertas del corazón. Todos saben cómo hacerlo. Todos saben dónde está la puerta cerrada o entrecerrada. Todos lo saben”.
Terminó su homilía deseando a los reclusos “un gran Jubileo”.
“Les deseo mucha paz, mucha paz”, dijo. “Y todos los días rezo por ustedes. De verdad. No es una forma de hablar. Pienso en ustedes y rezo por ustedes. Y ustedes rezan por mí”.