La Nunciatura Apostólica en Irlanda anunció hoy la reestructuración de la Iglesia católica en la isla, que requerirá reducir y consolidar los territorios diocesanos.
Según The Independent –un periódico que frecuentemente critica a la Iglesia católica de Irlanda– los cambios episcopales equivalen a “la reestructuración más amplia de la Iglesia católica aquí en aproximadamente 900 años”.
El plan de reestructuración implica que seis diócesis que actualmente componen la Provincia Occidental se consolidarán en tres.
“La reducción del número de puestos episcopales puede ser el primer paso en un proceso de reestructuración más amplio y de mayor alcance para la iglesia irlandesa a la luz de las preocupaciones de que los límites diocesanos actuales ya no reflejan la distribución de la población católica”. escribe el Independiente.
Al comentar la noticia, Stephen White, director ejecutivo del Proyecto Católico de la Universidad Católica de América, escribió en X: “Irlanda tiene una superficie y una población aproximadamente equivalentes al estado estadounidense de Indiana. Irlanda tiene actualmente 26 diócesis católicas. Indiana tiene cinco. Haz de esto lo que quieras”.
El arzobispo Francis Duffy, de Tuam, emitió un comunicado explicando que “los cambios que se anuncian hoy en relación con la reconfiguración de las diócesis en esta provincia son consecuencia de consultas realizadas por el nuncio apostólico con grupos de personas en Achonry, Elphin, Killala y Tuam”.
“Afortunadamente, ya existe una práctica bien establecida de colaboración y cooperación entre las diócesis occidentales. Esta es una señal segura de esperanza para el éxito del importante trabajo que ahora está en marcha”, añadió.
El obispo Michael Duignan, de Clonfert, también comentó sobre la consolidación en una declaración del 10 de abril:
Mi nombramiento como único obispo de la Diócesis de Galway, Kilmacduagh & Kilfenora, y de la Diócesis de Clonfert, marcó una nueva fase en el camino continuo de reestructuración y renovación de nuestras dos diócesis. Un viaje en el que las diócesis, trabajando cada vez más juntas, pueden lograr mucho más de lo que podrían lograr por sí solas.