Durante un discurso improvisado en el Sínodo de los Obispos ayer, el Papa Francisco pronunció un discurso improvisado criticando duramente el clericalismo, al tiempo que ensalzaba las virtudes de los fieles laicos, a quienes llamó “el pueblo santo de Dios”.
El Papa dijo que “el pueblo de Dios, el pueblo santo y fiel de Dios, sigue adelante con paciencia y humildad, soportando el desprecio, el maltrato y la marginación por parte del clericalismo institucionalizado. ¡Y con qué naturalidad hablamos de los “príncipes de la Iglesia” o de los “ascensos episcopales” como avances profesionales! Los horrores del mundo, la mundanalidad que maltrata al santo pueblo fiel de Dios”.
El Papa Francisco dijo que para encontrar un ejemplo “triste y escandaloso” de este clericalismo, “basta con ir a las sastrerías eclesiásticas de Roma para ver el escándalo de los jóvenes sacerdotes probándose sotanas y sombreros o albas y broches de encaje”.
“El clericalismo es un látigo, es un flagelo, es una forma de mundanidad que mancha y daña el rostro de la esposa del Señor; esclaviza al pueblo fiel y santo de Dios”, dijo.
Tras la difusión de las palabras del Papa, la oficina de prensa no explicó lo que precedió o siguió a su discurso en el sínodo.
“Me gusta pensar en la Iglesia como este pueblo sencillo y humilde que camina en la presencia del Señor (el pueblo fiel de Dios). Éste es el sentido religioso de nuestro pueblo fiel. Y digo pueblo fiel para no caer en los múltiples enfoques ideológicos con los que se ‘reduce’ la realidad del pueblo de Dios. Simplemente pueblo fiel, o también, ‘santo pueblo fiel de Dios’ en camino, santo y pecador. Y ésta es la Iglesia”.
“Me gusta pensar en la Iglesia como un pueblo fiel de Dios; santo y pecador, un pueblo convocado y llamado con la fuerza de las bienaventuranzas y de Mateo 25”, dijo el Papa en su inesperado discurso en el sínodo, al que la oficina de prensa no proporcionó contexto.
Según el Papa Francisco “una de las características de este pueblo fiel es su infalibilidad”, hasta el punto de que “cuando quieras saber lo que cree la Santa Madre Iglesia, acude al Magisterio, porque él es el encargado de enseñártelo, pero cuando quieras saber cómo cree la Iglesia, acude al pueblo fiel”.
“Y aquí – prosiguió – me gusta subrayar que, en el fiel pueblo santo de Dios, la fe se transmite en ‘dialecto’ y, en general, en dialecto femenino. Esto no se debe sólo a que la Iglesia es Madre y son precisamente las mujeres quienes mejor lo reflejan (la Iglesia es mujer); sino porque son las mujeres las que saben esperar, las que saben descubrir los recursos de la Iglesia, del pueblo fiel”.
El Papa añadió luego que “cuando los ministros se exceden en su servicio y maltratan al pueblo de Dios, desfiguran el rostro de la Iglesia con actitudes sexistas y dictatoriales. Es doloroso encontrar en algunas oficinas parroquiales la ‘lista de precios’ de los servicios sacramentales como si fuera un supermercado”, añadió.
El Papa Francisco advirtió “o la Iglesia es el pueblo fiel de Dios en su camino, santa y pecadora, o termina siendo una empresa de servicios variados. Cuando los agentes pastorales toman este segundo camino, la Iglesia se convierte en el supermercado de la salvación y los sacerdotes en meros empleados de una [corporación] multinacional”.
Mientras el Sínodo sobre la Sinodalidad entra en su fase final, los delegados están discutiendo nuevas estructuras de la Iglesia, especialmente aquellas destinadas a combatir el clericalismo.
El sínodo publicará un informe “síntesis” final el sábado 28 de octubre y concluirá con una Misa de clausura presidida por el Papa Francisco en San Pedro el domingo 29 de octubre a las 10:00 a. m., hora de Roma.