El Patriarcado Latino de Jerusalén está intentando hacer que la Navidad sea especial para los niños que viven en los recintos de las iglesias católica y ortodoxa en Gaza, porque las celebraciones del año pasado fueron más moderadas, sin embargo, no lo dejaron pasar. Finalmente, el domingo 22 lo dejaron ingresar.
Luego de los intercambios entre el Papa Francisco y la diplomacia de Israel, el Patriarca Latino de Jerusalén finalmente pudo ingresar a Gaza y celebró misa en la Parroquia de la Sagrada Familia.
En un gesto sin precedentes, el Papa Francisco ha elevado su voz con contundencia contra la violencia en Gaza, criticando abiertamente la “crueldad” de los bombardeos israelíes. Estas declaraciones han provocado una respuesta airada de la diplomacia israelí, que acusó al pontífice de utilizar un “doble rasero”. Sin embargo, lejos de retroceder, el líder de la Iglesia Católica insistió tras el rezo del Ángelus este domingo 22 de diciembre: “Es con dolor que pienso en Gaza, en tanta crueldad, en los niños ametrallados, en los bombardeos de escuelas y hospitales. ¡Cuánta crueldad!”.
Ayer no dejaron entrar en Gaza al Patriarca de Jerusalén, el cardenal Pizzaballa, como habían prometido y ayer bombardearon a niños. Esto es crueldad. Esto no es guerra
Papa Francisco
El Papa ya había hecho comentarios similares el día anterior, lamentando la muerte de siete niños de una misma familia durante un bombardeo. “No es la guerra, es una crueldad. Y quiero decirlo porque es algo que me conmueve”, expresó Francisco el sábado. Su llamado se extendió más allá de Gaza, abogando por un alto el fuego en todos los frentes de guerra, incluyendo Ucrania, donde el invierno continúa azotando a una población ya afectada por la invasión rusa.
“Que callen las armas y resuenen los cantos navideños”, pidió Francisco, instando a que la Navidad sea un tiempo de paz y reflexión, incluso en medio de las adversidades.
En el corazón de Gaza, el Patriarcado Latino de Jerusalén sigue brindando apoyo a las comunidades afectadas por el conflicto. Según la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), unas 650 personas viven refugiadas en el recinto de la parroquia de la Sagrada Familia y en el complejo ortodoxo. Ante esta realidad, el Patriarca Latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, expresó su deseo de celebrar la Navidad “con la mayor normalidad posible, dadas las circunstancias extraordinarias”.
“La Navidad es la fiesta de los niños. Si podemos, no sólo les enviaremos comida, sino también juguetes o algo que pueda marcar la diferencia en su vida cotidiana”, afirmó el cardenal, quien ha liderado la entrega de alimentos y apoyo humanitario a más de 4.000 familias en colaboración con ACN.
Sin embargo, las dificultades no han sido menores. Las autoridades impidieron al cardenal Pizzaballa ingresar a Gaza, frustrando su intención de acompañar a la comunidad cristiana en este tiempo navideño. A pesar de ello, la conexión entre el Papa Francisco y los niños refugiados se mantiene viva a través de un gesto entrañable: una llamada diaria a las 19 horas.
“Se ha convertido en el abuelo de los niños, porque saben que los está llamando”, dijo el cardenal Pizzaballa. “Es un gran apoyo psicológico, emocional y espiritual para la comunidad de Gaza”.
Michael Kelly, de la Agencia Católica de Noticias, informó el ingresó del Patriarca a Jerusalén en la mañana del domingo 22.
El cardenal Pierbattista Pizzaballa, cabeza de la Iglesia en Tierra Santa, pudo entrar en Gaza esta mañana para llevar regalos de Navidad a los niños de la Parroquia Sagrada Familia y celebrar la misa. Esta es la primera visita posible desde mayo. Oremos por la paz.
Las palabras del Papa Francisco han resonado con fuerza, reflejando el compromiso de la Iglesia con las víctimas de la guerra. Aunque las críticas israelíes han intentado desacreditar su posición, Francisco ha dejado claro que su preocupación es por los más vulnerables, especialmente los niños. En un mundo fracturado por conflictos, su llamado a silenciar las armas y abrazar el espíritu navideño es un recordatorio de la urgencia de construir puentes de paz y humanidad.
El Patriarca Latino de Jerusalén no solo celebró misa y llevó regalos, sino también administró los sacramentos de bautizo, primera comunión y confirmación.