El Papa Francisco con la junta directiva de la Fundación Hilton
En un gesto que ha generado controversia, el Papa Francisco elogió a la Fundación Conrad Hilton, conocida por financiar iniciativas a favor del aborto, durante una audiencia privada en el Vaticano. El encuentro, realizado en el Aula Pablo VI, se mantuvo en secreto hasta que se publicó la lista oficial de audiencias más tarde ese mismo día.
En su discurso, el Papa destacó las obras filantrópicas de la fundación: “Ustedes han elegido comprometerse activamente en la promoción de la dignidad humana, personalmente con pasión y compasión, como el buen samaritano”. También alabó el apoyo de la fundación en áreas como educación, salud, asistencia a refugiados y lucha contra la pobreza, calificándolas como un “testimonio concreto de amor y compasión”.
Aunque el Papa subrayó las iniciativas positivas de la fundación, no se mencionaron sus amplios esfuerzos para promover el acceso a la anticoncepción y el aborto bajo el término “salud reproductiva y sexual”. Documentos públicos revelan que la fundación ha otorgado millones de dólares para financiar programas relacionados con estas prácticas.
Por ejemplo:
Estas cifras revelan un patrón consistente en el apoyo financiero de la Fundación Hilton a proyectos que contradicen abiertamente la doctrina católica sobre la dignidad de la vida humana desde la concepción.
La relación del Papa Francisco con figuras e instituciones proaborto ha suscitado críticas recurrentes. Aunque ha comparado el aborto con “contratar a un sicario” y ha reafirmado públicamente la enseñanza católica sobre la inviolabilidad de la vida, su apertura hacia organizaciones y activistas que promueven estas prácticas plantea serias dudas.
El Papa ha recibido en varias ocasiones a activistas prominentes a favor del aborto, como la italiana Emma Bonino, y ahora ha elogiado a una fundación que destina millones a la promoción de políticas contrarias a la moral católica. Estas acciones parecen evidenciar una desconexión entre sus palabras y sus actos, generando confusión y descontento entre los fieles que esperan una postura clara y coherente en defensa de la vida.
El apoyo del Papa Francisco a las actividades de la Fundación Hilton destaca una tensión creciente dentro de la Iglesia Católica entre sus enseñanzas tradicionales y los intentos de entablar diálogo con el mundo moderno. Si bien la colaboración con instituciones filantrópicas puede tener aspectos positivos, los vínculos con organizaciones que financian el aborto exigen una respuesta clara y contundente para evitar que se socave el testimonio profético de la Iglesia en defensa de los más vulnerables: los no nacidos.